





Un accidente sufrido hace algunos años, pudo causar que perdiera una mano, sin embargo tuve la buena fortuna de ser intervenido por un gran profesional médico, quien me libró “literalmente” de quedar manco. Hoy, “Día de
Para el Dr. Julio César Echevarría Oré, prestigioso cirujano de mano del Hospital Edgardo Rebagliatti Martins, la escena cumbre de la trilogía de ficción “
"Creo que no estamos demasiado lejos de que tal ficción se vuelva realidad. Actualmente hay prótesis bioeléctricas provistos de motores y censores que permiten realizar movimientos rudimentarios, movimientos tan precisos como el que hace una pinza. Los motores son cada vez más pequeños y precisos, probablemente nuestra generación verá avances significativos en ese tipo de prótesis”, manifiesta el Dr. Echevarría.
“Relojería suiza”
Pero entre tanto ello suceda el cirujano de mano sigue obrando con la meticulosidad de un relojero suizo. Una cirugía de mano puede durar como mínimo 15 minutos o tranquilamente unas doce horas, lo cual nada tiene de extraño, ya que la microcirugía aplicada en la cirugía de mano precisa de un trabajo en el que la precisión y la exactitud juegan un rol preponderante, de hecho, bien podría compararse esta subespecialidad de la traumatología con la destreza de la que hacen uso los relojeros suizos.
Ocurre –precisa el Dr. Echevarría- que las estructuras de la mano son harto pequeñas, incluso en adultos (y más aún en niños pequeños), es así que para intervenir los nervios, brazos y tendones empleamos instrumental muy fino, diferente del que se usa en casos de traumatología, es material especialmente diseñado para ser usado en la cirugía de mano. Muchos de los cirujanos dedicados a esta especialidad, no ayudamos en nuestra tarea con magnificaciones o lupas y también microscopios especiales.
La reconstrucción de mano
Se trata de una subespecialidad que integra las habilidades y conocimientos de diferentes áreas aplicadas a una región específica: la reconstrucción de mano. Antes de la última gran conflagración mundial, cuando se originaban lesiones complejas graves en las extremidades superiores no había un tipo de especialistas que las manejara adecuadamente.
En aquellos días el traumatólogo se fijaba en que se consolidara bien el hueso, pero si había una lesión de tendón se llamaba al cirujano plástico para atender un vaso; de otro modo, si se trataba de un nervio periférico se acudía a un médico vascular; así, no había un manejo conjunto de un área (el de la mano) en el que las relaciones de estructura son muy estrechas.
-Pero si hemos de hablar de avances impresionantes –manifiesta el doctor Echeva

rría- podemos remontarnos a diez años atrás a la fecha. En ese lapso ha mejorado mucho la técnica de reconstrucción de huesos para fracturas y pérdidas óseas. Ha habido un avance tremendo en el sistema de dispositivos de fijación de implantes, pequeñas placas y tornillos. Actualmente se cuenta con implantes que aseguran una mayor estabilidad; como también en lo referido a nuevas técnicas de sutura para la reparación de tendones, lo que permite un movimiento casi inmediato.
“Regeneración de huesos”
Recientes investigaciones sobre materia molecular han permitido que se sepa cada vez más sobre los “factores de crecimiento”.
Se trata de moléculas proteicas que estimulan la regeneración y crecimiento de tejidos, sean tendones, hueso, e incluso fibra muscular. Se espera que en el corto plazo se puedan emplear algunos de estos “factores de crecimiento” a nivel estándar para mejorar el proceso de cicatrización de heridas y la recuperación de fracturas. En Estados Unidos ya se ha autorizado el uso de algunos de estos factores de crecimiento a fin de estimular la regeneración de los huesos que pudieran haberse perdido a consecuencia de la lesión sufrida.
“Sin embargo –acota Echevarría- es con las investigaciones acerca de las células madre (células que se toman del propio paciente) que se espera alcanzar mayores avances. Como es sabido, dichas células son cultivadas en el laboratorio a fin de cultivar tejidos nuevos; de ese modo se podrán cultivar segmentos de músculo o tend

ón para poder reemplazar el que se ha perdido, incluso de piensa ir más allá y tratar de reconstruir dedos y segmentos completos de un miembro.
Se ha llegado incluso a trasplantar la mano de alguien fallecido a un paciente vivo que lo requería. Sin embargo hemos visto que el miembro implantado logró tener alguna función con resultados que son aún controversiales.
Richard Strauss habrá sido muy nazi y por tanto, sospecho que tan antisemita como su coterráneo Wagner, pero por Dios qué música celestial o infernal (por lo lujuriosa y embrujadora) que logró arrebatar a sus dioses germanos, cual un Prometeo robándoles el fuego sagrado. No hace mucho escuché “September”, parte de su obra postrera “Cuatro últimas condiciones”. 
se inspiró versan sobre la muerte cercana (él moriría a los 85 años).
Hasta hace algún tiempo y durante casi dos meses anduve sumergido en aquella ¡Maldita Guerra! como solían llamarla (yo mismo la maldije de tanto andar amaneciéndome), tremenda chamba francamente, debía elaborar nada menos que 1600 preguntas sobre tan terrible acontec
imiento, todo a cambio de una paga infame (últimamente casi todas lo son).
Pero en fin, bien o mal retribuido, todo trabajo esforzadamente realizado tiene de algún modo su recompensa, el mío fue el dar con Vera Lynn, “la novia de los tommys británicos” (hoy una viejecita de 94 años), cuya ingrata tarea era despedir a quienes partían hacia el frente, sin saber si algún día volverían, cantando aquella nostálgica canción que hablaba del reencuentro, alguna vez, un día soleado, bajo un cielo azul...
Confieso que –vaya falta de sentido común- hasta ahora había pensado que “Lily Marlene” era la canción de todas las tropas beligerantes durante la II Guerra Mundial, indistintamente de que fuera alemana, y es que después de todo, Lily Marlene era "la canción" de la guerra -de aquella guerra- por excelencia, empero resulta que los rusos, como también los alemanes, y los americanos tenían la suya, a cual más sentimentales, pero junto con “Lily Marlene” (con sus efluvios cuarteleros) encuentro más méritos
a la melodía y también a la letra de aquella tonada, tantas veces cantada por Vera Lynn a aquellos Tommys, muchos de quienes nunca volvieron a casa: “We'll Meet Again” (“Nos volveremos a encontrar”).
Desde setiembre de 1939 hasta diciembre de 1941 (los americanos recién intervinieron luego del bombardeo a Pearl Harbour) los ingleses y sus aliados de la Commonwealth hubieran de vérselas solos contra la formidable maquinaria de guerra desplegada por el Eje (Berlin-Tokio-Roma), no sólo en Europa, sino en África y Asia… en un abrir y cerrar los ojos, el decimonónico y glorioso Imperio Británico se vino abajo.
En fin… si algo hay que reconocerle a los hijos de Albión es que superados y todo, nunca perdieron la moral, pese a que todo su imperio en Asia había caído en manos de los japoneses y que en África apenas le iba mejor, debido en realidad a la incompetencia del Regio Esercito Italiano (cuando llegó Rommel y el Afrikakorps sería otra cosa), y si al menos pudieron mantener el honor fue gracias a que tenían a un estadista como Winston Churchill (“el último británico”, tal cual fue Aecio, el vencedor de Atila, “el último de los romanos”), quien se alzaría tiempo después (en 1953) con el premio Nobel de literatura... (aaaaah...!).
Así, en medio del fragor del combate en El Alamein, en Batan, en Normandía o en plena Batalla de Inglaterra, con buena parte de las ciudades inglesas ardiendo en llamas luego de ser bombardeadas por la Luftwaffe… se escuchaba la voz de Vera Lynn cantando una y otra vez la canción de "Tommy Atkins" Durante la II Guerra Mundial: “We'll Meet Again”.
WE'LL MEET AGAIN (inglés)
We'll meet again, don't know where, don't know when,
Bit I know we'll meet again some sunny day.
Keep smiling through just like you always do,
Till the blue skies drive the dark clouds far away.
So will you please say hello to the folks that I know, tell them I won't be long.
They'll be happy to know that as you saw me go, I was singing this song.
We'll meet again, don't know where, don't know when,
But I know we'll meet again some sunny day.
(Español)
Nos volveremos a encontrar, no sé dónde, no sé cuándo,
Sé que nos encontraremos de nuevo algún día soleado.
Hasta entonces seguiremos sonriendo y mantendremos la sonrisa en los labios.
Y entonces el cielo volverá a estar azul, sin nubes oscuras.
Mientras tanto, hágame el favor de saludar a la gente que conozco, dígales que no pasará mucho tiempo hasta que nos volvamos a ver.
Ellos estarán felices de saber que aún estando lejos, yo estaba cantando esta canción.
Nos volveremos a encontrar, no sé dónde, no sé cuándo,
Pero sé que nos volveremos a ver algún día soleado.
Esuchar la canción:
http://www.youtube.com/watch?v=cHcunREYzNY
Estos “neonazis lorchos”...
¿Han leído el “Mein Kampf” por ejemplo?, ¿Saben en que se basaba la supuesta superioridad de la raza aria? ¿Saben lo que estipulaban las “Leyes de Nuremberg” sobre su supuesta pureza?... estos pobres ni siquiera llegarían a la condición de "Michling" (una especie de arios mestizos, según la tipificación hecha por ellos mismos), dudo mucho que el furher se dignaría a
concederles el certificado correspondiente que pudiera liberarlos de ser considerados “subhumanos” y aspirar siquiera a limpiar las letrinas de las siniestras Waffen SS o acaso desempeñar la labor de Sonderkommandos en un campo de concentración…
Esto me trae a colación cierto chiste que circulaba en la propia Alemania durante el apogeo del nazismo, a propósito de estos “arios andinos”… ahí se referían festivamente a muchos de los seguidores de la ideología nazi: “Rubios como Hitler… altos como Gobbels y esbeltos como Goering”, como ustedes saben el furher no era ni medianamente castaño (bien conchudo el tío si lo vemos bien), Gobbels era lo que podríamos llamar un renacuajo (hasta nuestro “Periquito Chiroque lo hubiera separado en altura) y para colmo rengo, Goering era tremendamente obeso… es decir, todos eran una flor de conchudos... y estos “arios criollos”... pues los non plus ultra de la conchudez...
Muchachos, lo menos que van a pensar de ustedes es que son unos hueveras, pero el rechazo (parcialmente sincero en algunos caso eso sí…) que han causado con su “huachafería”
y poniéndome en un plan comprensivo les pregunto, no sólo a ustedes sino a toda la comunidad neonazi y embozadamente nazi de nuestro multipictórico Perú, porque me atrevo a pensar que el extraviado comportamiento de estos pobres muchachos no creo que se haya forjado leyendo “Mein Kampf”… esto viene de su casa… de su entorno, pero bueno, vamos a la pregunta:
¿Por qué no se van a Alemania (cuna de la ideología nazi) donde todos son altos, rubios y ojiazules como ustedes? Y donde sin duda serán muy bien recibidos (siiii… claaaaaro)… ¡Vayan muchachos! Y dejen de andar haciendo el ridículo por aquí, cómo se han de estar matando de risa nuestros tan buenos amigos al otro lado de la frontera, ya leí un comentario que han hecho al respecto: “Estos cholos jajajaja… por eso les ganamos la guerra”… ¡Ya ve lo que hacen!... tan bacán que la estamos haciendo…
¡Heill… Hueveras!
Ah… por cierto… hace algún tiempo un opúsculo trataba de desmitificar el triunfo peruano sobre la selección austriaca en la competencia futbolística de los Juegos Olímpicos de Berlin en 1936, lo firmaba por cierto un señor de apellido germano (Hummm…), en él se decía que se había anulado el partido porque unos hinchas peruanos habían invadido la cancha… tsssss…
Oigan… ¿Ustedes creen que
donde juega el delantero grone Jefferson Farfán (lo que son las cosas)- en una época en la que la judería alemana comenzaba a ser perseguida y martirizada? ¿Van a creer tal patraña?
¡Pues yo no Carajo!... ¡Vivan los goles de Manguera, Campolo y Lolo (no importa que haya sido de
PHI LOOK Magazine- Junio de 2011
ero no siempre ser amada por los dioses hizo felices a las bellas… por culpa de Poseidón, quien le hizo el amor en el templo de Atenea, la hermosa Medusa quedó convertida en una horrorosa visión. La vana Casiopea, reina de Etiopía ve castigada su blasfemia de pretender ser más hermosa que las Nereidas siendo obligada a entregar a su hija al Kraken. ¿Pero qué hacía -y aún hace pecar- por igual y con tanto ahínco a dioses y mortales?... ¿de no haber sido ellas tan bellas, hubieran ellos procedido igual?
más veleidosa… lo prueba el hecho que no siempre hemos visto a la belleza con los mismos ojos. A título personal debo confesar por ejemplo -ahora me atrevo- que “La Gioconda” nunca me pareció nada bonita (peor ahora que se ha sugerido que es en realidad el autorretrato de Leonardo), más allá de que pareciera hacerse la interesante, con esa cara de traerse algo entre manos. Desde ese punto de vista, la versión de “La Gioconda de Fernando Botero me parece mucho más “nice” –como se estila decir ahora…
no pocos le han desmerecido méritos debido a que no muestra mayores atributos de belleza donde precisamente debía mostrarlos… olvidando que en Grecia se solía considerar más hermosos a los “hombres menos protuberantes” por decirlo de algún modo, obsérvese sino las esculturas de Hércules y la del propio Zeus olímpico (léase “estilo colibrí).
a edad de piedra se sentían más atraídos por aquellas mujeres que los excedían en volumen, ¿acaso por razones prácticas como evitar los rigores del frío o cualquier otro motivo vinculado a la supervivencia?
desmesuradamente entradas en carnes como las de la Edad de Piedra, no podrían desfilar por las pasarelas ostentando los diseños exclusivos de Armani o Carolina Herrera. Pero por entonces no cabe duda de los súbitos accesos de lujuria que despertarían las rollizas y sobrealimentadas ninfas de aquellas obras de arte.
De hecho fui uno de los primeros que lo entrevistó -cuando su agenda solía estar "apretadísima" -hoy sale hasta en El Trome. "El tenor ligero más celebre de todos los tiempos" está ya en Lima para prestar su voz al Conde Almaviva en "El Bárbero de Sevilla" … y naturalmente iré a verlo, como hace unos años cuando se presentó por vez primera en su Perú…
quitos eso era jugar al fútbol, correr olas en La Herradura y Redondo, y gastarles bromas a todo el mundo (incluso a su mamá y a la abuelita Ena), pero sobre todo salir de campamento donde llegada la noche –al calor de una fogata- dejaba embobadas a las chicas y un poquito picones a sus patas cuando rasgaba la guitarra y cantaba “satisfaction”, “Girl from the north country” de The Rolling Stones, “Gira Gira” y “Cuando los Ángeles viajan” de Leon Gieco.
Cuándo es que se da cuenta de sus aptitudes para el canto lírico?

ho lo mejor que pude cuando me avoque a dar a conocer las condiciones en que trabajan la gran mayoría de ellos, especialmente los que laboran para el Ministerio de Salud, y más todavía, tratándose de quienes ejercen esta profesión en provincias.
emian en la redacción con aquello del cierre de edición, yo en lo personal he vivido como editor la angustia de no contar con un buen titular, pero por Dios queridos amigos… de ahí a andar manoseando el prestigio profesional de otra gente así como así…
ta 60 soles mensuales, ¿puede creerse?... gente que luego de estudiar nueve años, a veces no tienen ni siquiera guantes quirúrgicos para atender a sus pacientes. No hace mucho, por falta de elementos de bioseguridad un joven médico falleció como resultado de haberse contagiado de peste bubónica.
que monosílabos –en todo caso, no parece tener tanto sentido del marketing como Don Jano. Máximo nos dará entender que lleva 20 años en el negocio y que su clientela es fiel. Afortunadamente para él, una asidua a sus chicharrones, la maestra Lily Maldonado, nos dirá mucho más: -Yo soy chalaca cien por ciento y siempre vengo con mi esposo e hijos, llevó comiendo más de quince años aquí, porque su chicharrón es el más fresco que hay dentro del mercado. Yo he sido profesora en el colegio Jorge Basadre y recuerdo que a la hora del recreo venía siempre con mis colegas, a veces nos demorábamos tanto repitiendo que llegábamos tarde y nos requintaban.
Tarde que temprano uno termina dándose cuenta de quienes son realme
nte los buenos y quienes los malos en esta vida, mientras tanto, hasta que llegue ese momento que ha de terminar por abrirnos los ojos por completo, nos seguirá alegrando el ver llegar de improviso al Séptimo de Caballería para acabar con los indios malvados que cargando en tropel, y ululando comos buenos sioux o cheyenes, pugnan por arrancarle la cabellera a los “carapalidas”… Obviamente, si es que a uno no le da lo mismo, algún día terminaremos por comprender que el Séptimo de Caballería no hacía sino conculcar los legítimos derechos de los pieles rojas a vivir en la pradera, bajo la bendición de Manitú, cazando bisontes, como lo venían haciendo desde que sus ancestros cruzaran el estrecho de Behring, mucho antes de que Colón la cagara descubriendo América, trayendo aquel sinnúmero de indeseables europeos que terminaron invadiendo el Nuevo Mundo, muchos en calidad de ilegales por cierto. Pero, ¿qué dia
blos me importaba eso a mí?... ¿acaso debía estar conciente de que como buen descendiente de chunchos, ashaninkas, campas, huitotos, o vaya saber Dios qué, los españoles vinieron a hacer aquí lo mismo que el Séptimo de Caballería en las praderas del Far West? Pues no, para efectos prácticos el Far West quedaba en los Estados Unidos de América… y yo por aquellos años me limitaba a ver en la tele como el teniente coronel George Armstrong Cooster, al frente de su brava columna de muchachos azules del Séptimo de Caballería hacía mierda a toda la indiada, sólo porque ésta no quería ir a morirse de hambre en la reservación, que tan gentilmente les había cedido el gran padre blanco de Washington. Y así, cuando “pelo amarillo” –que era como los indios llamaban a Cooster- abandonaba Fort Lincoln para vapulear a “Caballo Loco” y compañía, los hombres del Séptimo de Caballería iban cantando el himno del escuadrón: “Garry Owen” y uno se alegraba de lo lindo cuando los pobres pieles rojas caían de sus
caballos, acertados por la infalible puntería de los winchesters o por los diestros sablazos de los casacas azules… cuando en conciencia, a quien en realidad debíamos hacerle barra era a los pobres indios de Norteamérica, tan afines a nosotros, los indios de Sudamérica… Sin embargo ahí estábamos todas las tardes nosotros en casa, disputándonos el hacer de cowboys durante nuestras escaramuzas infantiles, dejándole el deshonroso papel de indios a quienes no tenían la buena fortuna de que sus papis les compraran los consabidos pistolitas, sombreros y caballito de plástico. Y así f
ue como, cuando "Caballo Loco" y sus bravos le dieron su merecido a Cooster y a todos esos desalmados carapalidas en Litle Big Horn (fueron como 1800 indios contra 200 y pico de soldados), no celebramos la gran victoria de quienes con justicia hicieron valer –aunque temporalmente- sus derechos, sino que por el contrario, lloramos la muerte del teniente coronel Cooster, quien a la cabeza de su tropa de bravíos muchachos azules, emprendió el camino de la gloria eterna, al son del himno del legendario Séptimo de Caballería: Garry Owen… Y es que después de todo, si hubo algo que supieron hacer muy bien aquellos yankees desalmados, ello fue saber morir muy bien, como todos unos valientes, ante aquellos a los que tantas veces victimizaron… lo mismo que "Caballo Loco", "Toro Sentado" y "Gerónimo" (quienes al final terminaron mal muriendo en una de aquellas miserables reservaciones para indios)…
La Inmigración Italiana en el Perú
Pompilio Inglesi, director de la revista Incontri, habla de algunos de estos personajes sobre los que versa su libro “Progenie Itálica”, próximo a publicarse.
en es además presidente de la Associazione Italo Peruana- obsérvese tan sólo en quien es uno de los héroes máximos del Perú: Francisco Bolognesi, que no fue de ascendencia inglesa, alemana, sino itálica. Ahora, como él, pueden encontrarse otros muchos casos; lo que pasa es que aquí estamos acostumbrados a hablar de Raimondi o Donofrio, ignorando a quienes incluso se contaron entre los primeros vecinos de Lima”.
ad italiana supo retribuir a la tierra que tan generosamente los acogió. En abril de 1866, por ejemplo, cuando la Armada Española se aprestaba a atacar el Callao, y previéndose los incendios causados por efectos de un posible bombardeo, el súbdito italiano Emilio Longhi convocó a 300 de sus compatriotas, quienes gustosos aceptaron vestir la casaca roja de la primera compañía de bomberos “La Roma”. Así, cabe destacar que durante el “Combate del 2 de Mayo” los miembros de la Roma se comportaron a gran altura, contándose más de una baja entre sus miembros.
o nombre se debe al trágico episodio en el que un comerciante italiano perdió la vida al estallar en su bodega un cargamento de pólvora, son muchos los personajes de esa nacionalidad que han dado su nombre a rincones de nuestra ciudad.
e la patria durante la guerra con Chile, en la que pese a caer gravemente herido durante la batalla de San Juan, asumió la alcaldía de Lima, desde donde combatió las tropelías del ejército invasor.
procura del Scudetto de la temporada di calcio.