domingo, 12 de septiembre de 2010

¡FANTASMAS EN EL CALLAO!


PRENSA CHALACA - SETIEMBRE 9 DE 2010

Espectros, Voces de ultratumba, espíritus atormentados…
¡Fantasmas en el Callao!
¿Ha escuchado caer algún objeto al suelo sin que aparentemente nadie lo haya tocado?, ¿o le pareció ver a alguien que un instante después ya no estaba?, ¿Pudo oír un vago rumor de voces que luego atribuyó a su imaginación? Acaso todo ello tenga explicación ya que “ellos”… “los otros” siempre han estado ahí… al menos en dos de los lugares más representativos del primer puerto: La Fortaleza del Real Felipe y el cementerio Baquíjano y Carrillo.
El Grupo Dharma
El grupo de investigación de fenómenos paranormales “Dharma”, llevó a cabo una serie de pruebas en los referidos lugares, con resultados “reveladores”. Dharma está conformado por profesionales de las más diversas especialidades (comunicadores, ingenieros electrónicos y ex oficiales de la fuerza aérea entre otros) y que en modo alguno parece tratarse de individuos dados a inventar supercherías. Anteriormente, prestigiosos medios de comunicación han recurrido a ellos para elaborar informes sobre la actividad paranormal: “En todo caso –manifiesta el investigador Pedro Noguchi- sometemos nuestro material a quienes deseen comprobar su autenticidad, está a su disposición cuando quieran”.
“Dharma” hace uso para llevar a cabo sus investigaciones de sofisticados equipos electrónicos que le permite hacer lo que ellos llaman “las verificaciones”, como el detector de ondas electromagnéticas, termómetros, brújulas, varillas de radiestesia, péndulos, grabadoras de audio digital, circuitos cerrados de vigilancia, cámaras infrarrojas, cámaras fotográficas digitales, reflectores infrarrojos y parabólicas para concentrar mejor los sonidos de las grabaciones.
¡Gritos desgarradores!
“El Torreón de la reina”, en la Fortaleza del Real Felipe, fue uno de primeros ambientes en los que el grupo Dharma hizo sus pruebas, debido a que según habían escuchado, se suelen escuchar gritos, lamentos y un entrechocar metálico, como si se tratara de un combate a espada. Siendo de madrugada decidieron dejar encendida en aquel lugar, completamente vacío, una grabadora de audio, logrando captar 84 minutos de psicofonía (esto es, una versión de audio, obtenida a través de medios electrónicos de otro plano o de seres que provienen del más allá).
“Como puede oír –dice Pedro Noguchi, mientras nos deja escuchar la psicofonía- lo que se percibe es un rumor de gente transitando, moviendo cosas, dando portazos, hay también sonidos de rejas sonando; luego se escucha todo tipo de voces, una de ellas, varonil, proviene de alguien que usa un tono imponente, hasta ceremonioso (propio de otra época), como que está dando una orden, de inmediato se escucha una serie de gritos de mujer, gritos desgarradores y luego cánticos de varias personas, a un ritmo lento”.

El monje encapuchado
Durante el recorrido nocturno y posteriormente en la madrugada, el grupo de investigación, algo más de una veintena de personas, entre las que se encontraban cinco médiums, recorrió los lóbregos pasajes de la fortaleza colonial, portando cámaras fotográficas digitales, la consigna era tomar fotos apenas sintieran “la necesidad de hacerlo”. El propio Pedro Noguchi así lo sintió, al momento de encontrarse en “La Casa del Gobernador”:
“La intención era tomar algunas fotos a los maniquíes que con los trajes de esa época se exhiben en aquel lugar. Sin embargo, al visualizar una de las tomas, nos dimos sorprendidos con que en el ventanal se apreciaba la imagen de un monje encapuchado que parecía observar lo que hacíamos. Luego inspeccionamos el lugar y nos dimos con que aquella ventana comunica con el exterior. Pero he aquí lo revelador, antes de que tomáramos las fotos, dos de las médiums afirmaron haber visto caminando a un individuo encapuchado”.

¡Quiero ver a mi mamá!
Sobre una de las losetas de la “Casa del Gobernador” puede apreciarse impresa la huella de un pie diminuto, el pie de un niño. De hecho, se suele referir la presencia espectral de un niño en ese ambiente. Se hizo uso entonces del Fran Box –un sofisticado aparato- usado para realizar barridos de frecuencia, en el que se puede captar respuestas de entidades del más allá, al hacerse algún tipo de interrogante.
-Nosotros hicimos una serie de preguntas –afirma la investigadora Carmen Briceño- y entre otras respuestas obtuvimos la voz de un niño que decía: “Quiero ver a mi mamá”… luego pudimos oír la voz de una mujer que preguntaba por su hijo. Luego, en el Torreón de la Reina, se captó una fotografía en la que aparece la maño de un niño tratando de coger el chupetín que una miembro del grupo (la fisioterapeuta Daniela Ramírez) llevaba en el bolsillo la casaca. Daniela nos diría luego que efectivamente sintió que algo la agarraba por el brazo. Seguidamente llevamos a cabo la prueba la psicografía; es decir que uno se pone en trance y las entidades comunican lo que quieren expresar a través de mi escritura… y entonces pude recibir los siguientes mensajes:
“Todo es oscuro aquí… quiero jugar… y esos malos no me dejan… ¿tú quién eres?... mi mami me dice que me esconda… que son malos aquí… no puedo respirar…”
Del mismo modo, el equipo del Grupo Dharma captó otras fotografías, como aquella tomada con doble flash, en la que dos sombras parecen ir tras el grupo de investigadores; una de las sombras parece tomar a la otra del cuello. Finalmente, el encargado de Restauración y Mantenimiento del Real Felipe, Armando Muñante, afirmó que mientras trataba de hacer contacto con uno de los entes en el Torreón de la Reina, valiéndose de un instrumento electrónico, algo lo cogió por detrás: “En mis 25 años trabajando aquí, nunca me había pasado algo así”, refirió.
¡Aquí, hasta los fantasmas son bravos!
¡En el Callao hasta los fantasmas son bravos!, ¿no? –concluimos al escuchar lo que nos refiere Pedro Noguchi de sus experiencias en el Cementerio Baquijano y carrillo- Así es, reafirma el investigador paranormal, incluso otro de los miembros del equipo nos dice que el Presbítero Maestro es un jardín de niños al lado del Baquijano y Carrillo, es que en él detectamos un mayor grado de hostilidad.
Todavía no tenemos una teoría precisa al respecto –agrega- pero creemos que es porque su arquitectura permite la concentración de energía, ya que son cuarteles en dos niveles muy altos, los cuales están demasiado juntos, unos con otros, formándose así corredores muy estrechos, con menos de un metro de espacio para recorrer. Hay incluso cuarteles techados subterráneos, que dan la impresión de ser mucho más cargados que otros que están al aire libre.
¡Váyanse!
En el cementerio
–agrega la investigadora Carmen Briceño- al intentar hacer contacto con las entidades a través del Fran Box, se pudieron escuchar estas respuestas: ¡Váyanse!... ¡Ayúdenme!
En el parvulario –donde yacen enterrados los niños- varias personas tuvieron una gran sensación de tristeza, debido a lo cargado del lugar, ya que sin duda, muchas madres sintieron ahí el pesar por haber perdido a uno de sus hijos.
Diferentes miembros del grupo, entre ellos la propia Carmen Briceño, afirmaría haber visto pasar rápidamente a una mujer vestida de blanco. Pero el testimonio más dramático sería dado por un ciudadano australiano que se declaraba escéptico en los temas paranormales.

La niña solitaria
“Vagaba solitario por uno de los cuarteles
–dice Thomas Shane- cuando de pronto surgió la figura de una niña que vino caminando hacia mí, puse una mano delante para no toparme con ella, pero pasó a través mío, sentí entonces como agua burbujeando dentro de mí”.
Los miembros del grupo encontrarían luego a Thomas Sane sollozando, sin duda no era para menos. Finalmente harían algunas otra fotos más en la que se aprecia claramente la presencia de “orbes”, figuras esféricas de energía, que delatan la presencia de una de estas entidades ultra terrenas, sobre las cuales hay quienes afirman que podría tratarse de partículas polvo. “Lo cual puede ser discutible –subraya Noguchi- ya que cómo puede tratarse de una sola partícula de polvo, como se ve en la foro, ahora, siempre se da su presencia donde se declara la ocurrencia de este tipo de hechos paranormales”.
Pedro Noguchi hace finalmente una reflexión: “Si nosotros logramos demostrar a la gente que no cree en esto que existe un mundo espiritual, muchas cosas cambiarían, uno sería mucho más consecuente con sus actos al saber que existe un lugar al que iremos después de esta vida y que los fenómenos que nosotros vemos pueden ser personas que no lo entendieron así”
(-) Los interesados en corroborar la autenticidad de las experiencias del Grupo Dharma puede visualizarlas a través del blog: www.energiamisticablogspot.com

martes, 7 de septiembre de 2010

"Los muertos sólo mueren cuando se les olvida"

Ir de paseo al cementerio no deja de ser sobrecogedor, el ver a tantos tipos -que alguna vez estuvieron tan vivos como tú- descansando eternamente, te hace pensar en la tenue diferencia que hay entre estar vivo y no estarlo.
DIARIO PRENSA CHALACA/SETIEMBRE 6 DE 2010
Los héroes y antihéroes del cementerio Baquijano y Carrillo
¡Chalacos hasta la muerte!

Orgullosos de ser del Callao, hasta para irse al otro mundo, la gente del puerto tiene a mucha honra el ser enterrados en su principal camposanto: “El Baquijano y Carrillo”, en la cuadra 22 de la Colonial. Héroes y antihéroes, “sanos” y santos, gente de a pie o “nacidos en cuna de oro”… todos son iguales ahí, no obstante la gloria, la pompa monumental o la simple lápida de yeso donde yacen inscritos sus nombres.

¡Flores… flores… flores… a tres solcitos el ramo caserito!... ¿a quién viene a ver?, ¿a su mamita… a un pariente… a un amiguito...? ¡Llévale florcitas amiguito no seas malito, hay rositas, crisantemos, claveles, de todo papito!
Todas las vendedoras de flores usan el mismo tono condolido y lastimero -muy a propósito- para llegarle al alma (y al bolsillo) al tipo de clientes que llega hasta las puertas del cementerio “Baquijano y Carrillo”, a visitar al que acaba de partir o al que ya lleva residiendo buen tiempo en el camposanto. Sin embargo, para bien o para mal, una cámara siempre opera prodigios en el ánimo de los demás…
-Ya pe china no seas mal agüero, a lo mejor el joven quiere llevarle flores a su mamita que está en su casa y tú ya la estás matando, hay que sonreír pe, pa que venga la gente.

¡A veces la gente no se muere!
Es una mañana fría y gris, como la de cualquier día de principios de setiembre, pero para la “china”, la “gorda” y la “ventanita” (una mujercilla de edad indefinible a quien le falta uno de los dientes delanteros), la cosa no puede andar mejor…
-Joven, estamos contentas porque hay días en que la gente no se quiere morir y no sabemos que hacernos después con la merca, hoy estamos rayando, ojalá que todo siga así…
-Ojalá… claro…
Cuando uno traspone las puertas del cementerio chalaco en lo primero que fija la mirada es en el imponente mausoleo de la familia Piaggio, lo mismo que en la del resto de las familias italianas que afincadas en el primer puerto a principios del siglo XIX, lograron hacer fortuna e irse a la eternidad como nunca soñaron en su tierra natal; con su nombre escrito en fino mármol de Carrara, traído precisamente de Italia (lo que son las cosas), allí están los monumentos mortuorios, diestramente esculpidos, de los Gaggero, Betteta y naturalmente, el del coronel Néstor Gambetta Bonatti, quien combatiera en la guerra contra Colombia, distinguiéndose por su bravura en el campo de batalla y dejando bien en alto a la furia porteña.
Pero está también la última morada de los bravos combatientes del batallón “Guardia Chalaca”, quienes ofrendaron su vida en la batalla de Miraflores ante la invasión chilena y la del coronel Manuel Dulanto, héroe chalaco de la batalla de Ayacucho, que decidiera finalmente la independencia del Perú, frente a la dominación española. Más adelante, encontraríamos los nichos de quienes hallarían la muerte combatiendo en el Cenepa, durante el último conflicto armado contra Ecuador.

Luz y sombras
Un tanto alejada de la suntuosidad de los mausoleos, están los cuarteles o pabellones bautizados con nombres que hace mucho dejaron de ser de uso ordinario, sólo para quedar relegados en el santoral: San Gervasio, San Expedito, San Clodomiro, San Eleodoro; de entre tanto laberinto de nombres y hombres muertos supervive el de una mujer cuyo culto se mantiene hoy más vivo que nunca: su capilla yace sembrada por dentro de miles de plaquetas de agradecimiento.
-Buenos días hermanito, pase usted, ¿viene a pedirle una gracia a Sarita?- nos pregunta una menuda anciana, cuyo ojo izquierdo yace velado por la catarata.
-Pues no, sólo he venido a tomar unas fotos-
-Igual, sea usted bienvenido- nos responde amablemente la única hermana viva de Sarita Colonia.
Una pareja de edad madura parece orar con suma devoción frente a la efigie de la santa, no podemos dejar de observarlos con curiosidad. La mujer que vende estampitas nos manifiesta que “es un almita muy milagrosa”. Sí claro, pero por lo general sólo hemos visto la efigie de Sarita Colonia en los torsos desnudos, llenos de cicatrices de cierto tipo de personajes.
Y como para darnos razón, un grupo de muchachos vistiendo poleras de manga larga y gorras, y luciendo más de uno la señal dejada por una navaja en el rostro se acercan persignándose a darle gracias a Sarita “por ayudarlos a salir con éxito de algún trabajito”, se apresura a decirnos una mujer que acaba de prenderle una vela a la santa.
-Pero ojo –nos dice- Sarita tiene devotos en todos los niveles sociales, aquí encuentra usted placas de agradecimiento de personajes como Carlos Álvarez, Cecilia Bracamonte, Polo Campos y hasta del finado ex entrenador de la selección de fútbol, Marcos Calderón, quien muriera en la tragedia del foker de Alianza Lima.
Como fuere, la torva mirada que nos dedica uno de aquellos sujetos mal encarados que acaba de prenderle velas a Sarita, nos disuade de tomarle fotografía alguna.
Sin embargo en el cementerio Baquijano y Carrillo no todos acuden a la santidad para lograr su cometido.
-Aquí viene gente a hacer “trabajos”, en especial los martes y viernes, es en esos días encontramos cosas raras, como velas negras y prendas enterradas dentro de los nichos –nos dice un vigilante- ¿ve por ejemplo esa cartera, esas bolsas negras, esas cajitas?, ¡ya!, esos son trabajos que se le hace a la gente para hacerle daño.
¡Hinchas a muerte!
Hay nichos cuyas lápidas parecen tener el mismo denominador: en ellos yace grabado el escudo del equipo rosado del puerto: “El Sport Boys Asociation”, lo que se diría “hinchas rosados a muerte”. Quienes ocupan aquellas tumbas, a juzgar por la fecha de su fallecimiento, no parecen con todo haber muerto de muy avanzada edad, casi todos son jóvenes que no superaron la treintena.
-He visto los entierros de muchos de ellos –nos dice un vigilante- con sus ataúdes cubiertos con la bandera del Boys, al momento de dar los hurras por el difunto, se escuchan a veces disparos al aire, como quien hace un homenaje. No digo que sean todos los barristas, en todo caso son miembros de las barras más extremas.

¡Te esperamos!
En el cuartel San Ambrosio damos con la lápida de Pedro Mesías Ugarte (“Dupe”), a quien se sindicó como líder de la banda “Los Malditos de Castilla”, quien fuera asesinado a la salida de la discoteca “El Timbalero” por miembros de una pandilla rival: junto a una joven de quien se decía era su novia: Marjorie Salas Fonseca, una atractiva jovencita, menor de edad, que aspiraba a ser vedette, como su tía Lucy Bacigalupo y que era miembro de la barra femenina del Boys: “Las Corsarias”, a la que parece perseguir la fatalidad, ya que muy cerca encontramos el sepulcro de una de ellas, menor de edad también: ¡Mi hijita ya tiene siete de meses de haber sido muerta y violada señor y el asesino sigue libre! –nos dice afligida Gladys Contreras Peña, mientras la hermana de la difunta retoca su nombre con tempera negra sobre fondo rosado en la lápida.
Hace mucho que ya es de tarde y la noche comienza a ganar terreno, damos una última mirada a las lápidas donde más de uno de sus dueños parece dedicarnos una sonrisa a modo de despedida, como diciéndonos: ¡Sólo es una hasta luego, aquí te esperamos!
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