sábado, 14 de abril de 2012

EL REGRESO DEL GUERRERO



Julio Meléndez regresa a La Misilera, esta vez para trabajar en la ONG "JUNTOS POR EL BOYS"

DIARIO CALLAO, VIERNES 13 DE ABRIL DE 2012

Hace mucho tiempo dejó de escucharse en “La Bombonera” aquel cántico que atronaba cada rincón del santuario xeneize en el barrio de la Boca: “Y ya lo ve y ya lo ve es el peruano y su ballet”. Y hace mucho también que el legendario prócer rosado colgó los chimpunes para convertirse en leyenda.

No obstante, una vez más, como antaño el gran Julio Meléndez ha acudido al llamado de la causa rosada, ya no para servir como adalid de la defensa del puerto, sorteando
con elegancia los embates de las delanteras enemigas, esta vez el compromiso trasciende de los épicos combates librados en los gramados de juego y es que ahora, la supervivencia de la propia institución rosada es la que está en juego.
“Como chalaco y ex jugador del Sport Boys, hoy como hincha, quiero apoyar en todo lo que sea posible a la directiva de la ONG “JUNTOS POR EL BOYS”, nunca antes participé como entrenador o dirigente, pese a que no me faltaron invitaciones, porque comprendí que lo mío era apoyar desde la tribuna como un seguidor más de la rosada. Sin embargo, la iniciativa de los jóvenes profesionales que hoy conforman esta ONG, la motivación que los lleva a salvar a la institución futbolística más importante del puerto me llama hoy a dejar mi retiro para trabajar por el engrandecimiento del club al que tanto debo y amo”.

¡Viene Boca!
Julio Meléndez sigue siendo ídolo en Boca Juniors, no en vano acude frecuentemente al llamado de la institución xeneize cada que es requerido para ser homenajeado junto a las figuras emblemáticas del club, junto al propio Diego Armando Maradona.
“Hemos llevado a cabo conversaciones preliminares con la gente de Boca, a fin de llevar a cabo un partido amistoso con el Boys, de primera intención ellos se han manifestado dispuestos a venir y así tendríamos en el gramado del Miguel Grau, a partir de la segunda mitad de este años a un histórico del fútbol mundial midiéndose de igual a igual con nuestra querida Misilera”.

¡Machito selección!
En el rostro atezado del temido ex zaguero xeneize asoma una sombra de consternación al hablar de los continuos reveses que ha sufrido últimamente nuestra selección. En su opinión, en la blanquirroja hacen falta jugadores que se den íntegros por la camiseta, jugadores de sangre combativa, de sangre chalaca.
“Pero es que fíjate sobrino, ¿cómo es posible que no haya en estos momentos un jugador del Boys en la selección? Cómo puede llamarse, y lo digo con todo el respeto que me inspira el profesor Markarian, cómo pueden convocar a jugadores que en sus propios clubes son suplentes, ¿no han visto acaso el partidazo que se mandó Mario “Machito” Gómez en Huancayo?, ese tipo de jugadores guerreros, jugadores chalacos y enrazados es lo que necesitamos vistiendo la casaquilla nacional. Ojalá se le tenga en cuenta en una próxima convocatoria, un jugador como “Machito” no puede estar ausente en el proceso clasificatorio”.
 
¡Yo no soy malaleche!
 “A través del diario El Callao, quiero hacer un justo reclamo a cierta publicación que difundió algo que yo nunca dije, acerca del defensa Santiago Salazar, nunca expresé las cosas oprobiosas que se me atribuyeron. Tengo mucho respeto por mis colegas de profesión y cualquier cosa que pueda decir lo digo a título de hincha.
Finalmente, el maestro Julio Meléndez hace un llamado a todos los hinchas rosados a fin de aunar esfuerzos en la ONG JUNTOS POR BOYS: “Sólo con el aporte de cada chalaco nuestro querido Sport Boys volverá a ser grande, no esperemos a estar jugando la baja para recién ponernos las pilas, tenemos que ser protagonistas, volver a jugar una Libertadores, mínimo una Sudamericana… ¡VAMOS BOYS!

martes, 10 de abril de 2012

En verdad, ¿eres tú el “Cristo Cholo”?

La verdad, esta crónica durmió el sueño de los justos durante bien tiempo, pero una feliz circunstancia me permitió volver a publicarla en Semana Santa.

Diario El Callao, Abril de 2012

En verdad, ¿eres tú el “Cristo Cholo”?

“Sí, tú lo has dicho, cada semana santa amigo, sin faltar una sola vez, desde hace 31 años”, responde Mario Valencia mientras comienza a vestir su habitual indumentaria, a saber… túnica blanca, manto rojo, sandalias… y por cierto, una especie de taparrabo que lleva de la cintura para abajo y con la cual, una vez flagelado y puesta sobre sus sienes la corona de espinas, habrá de recorrer el camino del cerro San Cristóbal para ser sometido al vil suplicio romano de la cruz a

Pero aquello habrá aún de esperar, Jesús se mira al espejo, y luego de alisar sus crenchas

nazarenas, y acicalar sus barbas, concluye que es el

mismísimo hijo del hombre, tal y cual y de punta en blanco, listo para ser aclamado por la muchedumbre a su paso por las calles de Perusalén, caballero en un jumento… o al menos esa sería la idea a fin de seguir a pie juntillas el guión original o lo que hace constar el evangelio según San Marcos, que para el caso es lo mismo. Sin embargo a poco habríamos de constatar que en ocasiones “Es Dios quien propone y el hombre quien dispone”. fin de reconciliar al género humano con el vengativo Dios de Abraham.

Imagínate hermano, uno escenifica la pasión de Cristo sin fin de lucro alguno, para que la gente mantenga viva la fe en el redentor de la humanidad y me quieren cobrar una "luca" por el alquiler del burro…

Tranquilo Jesús, Dios proveera… ¿no dicen? –y entonces Jesús me mira con cierto descreimiento…

-Ojalá y así sea hermano, no es lo mismo que Jesús entre a Jerusalén en pleno domingo de ramos a pie…

Pero la cosa no pierde nunca su encanto, sobre un pollino o a pie Jesús es Jesús y la gente lo aclama agitando las palmas de olivo, además están junto con él, Simón Pedro, Juan “el discípulo amado” y hasta Judas Iscariote, quien no obstante su ingrato papel resulta ser un sujeto de lo más carismático, no obstante algo me hace dudar de su invariable sonrisa, el pata como que parece estar medio “stone”… bueno, y ¿quién podría mantener la serenidad en situación tal sin un poco de ayuda extra…?, en breve, habrá de entregar a su maestro a los fariseos y doctores de la ley del sanedrín, a cambio de 30 mangos. Así, el Cristo continúa impertérrito su paso rumbo a su destino, mientras una viejecita, con el rosario en la mano, aparentemente incapaz de respirar siquiera, vocifera a voz en cuello: ¡Hos

anna en las alturas, bendito el que viene en nombre del señor!

Sin embargo, pese al tremendo vocinglerío, nos damos con que no todo es júbilo entre quienes aclaman a su paso al hijo del hombre.

-Ay joven… ya no es lo mismo, antes venía más gente –refiere una dama de piel cetrina quien se recursea por estas fechas vendiendo palmas de olivo.

-¿Y por qué cree usted que ya no viene mucho la gente? –la inquirimos.

-Debe ser la falta de fé, la gente ahora viene de pura novelera, antes incluso se veí

a llorar a la gente cuando aparecía Jesús, ahora hasta se burlan, ya ni los jóvenes respetan…

En efecto, a la puerta de una casa observamos a un grupo de muchachos del barrio “bebiendo la sangre de Cristo”, mientras escuchan a volumen alto un pegajoso tema de moda a ritmo de reggaeton, al ver pasar al hijo del hombre, uno de ellos levanta su copa en alto espetándole: ¡Salú Jesús!

Jesús no dirá esta boca es

mía en todo lo que resta del trayecto, después de todo, ¿para qué arrojar perlas a los cerdos?

Bien, es hora de despedirse, en breve esto se pondrá feo… no tardarán hacerse presentes los corchetes (vulgo esbirros) del gobernador Poncio Pilatos para prender a Jesús… correrá sangre es seguro, así que es mejor ir diciendo adiós. Antes de despedirnos le preguntamos a Mario Valencia si es que alguna vez veremos La Pasión escenificada en el Primer Puerto.

“El hijo del hombre” parece entonces transfigurarse y mirando al cielo nos dice: “Vamos a ver hermano, Dios mediante…”.

domingo, 1 de abril de 2012

¿La hora del planeta?... ¡Bah!


Una de las grandes ventajas de haber sido siempre reticente al gregarismo por el gregarismo ha sido no ser partícipe de huachaferías descomunales como las que ahora abundan por doquiera por obra y gracia de las redes sociales, aprovechando cualquier coyuntura mediática que se pudiera presentar.

Y bueno… acaso esté equivocado… cómo no… ya antes lo he estado.

Bueno pues, desde hace poco andaba escuchando aquello de “La hora del planeta”… que a cierta hora de la noche se iba a propiciar un “apagón voluntario” a fin de alinearse con el resto de la población mundial… cosa muy loable por cierto, pero bastante hipócrita y mucho menos práctica si vamos a decir la verdad.

¿Por qué? ¿Acaso esto de dejar de usar energía eléctrica por una hora va a hacer realmente que la gente cambie de opinión respecto al modo de alargar la vida de nuestro planeta tierra?

No lo creo, como no lo cree estoy seguro nadie que tenga sentido común o dos dedos de frente. Creo más bien que si todos nos pusiéramos de acuerdo en restringir el consumo de energía en nuestros hogares que no es nuestros centros de trabajo, la cosa sería harto distinta…

Yo aquélla noche no estaba en el trabajo, pero estaba haciendo mi trabajo, lo que el finalmente es lo mismo.

Por otro lado, no sabía del tema, ocupado como andaba documentándome con el fin de elaborar cierto articulejo y estar a la altura para enfocar el tema… cuando a eso de las ocho treinta de la noche se fue la luz…

-La P… M… dije entonces, carajo… ¿y ahora? Ni siquiera le había dado guardar al archivo… ¡Mela! Y ahora…

Lo primero que hice, recordando viejos tiempos fue granputear a sendero y al MRTA… salí entonces a indagar qué corcho había ocurrido, acaso finalmente sólo se debía a una pinche voladura de plomos…

Y entonces, al salir de casa, los vi a todos bien paraditos junto a la caja de luz… la señora doña Tirifila… con su pañoleta de siempre, los gestos airados y atronador vocinglero… más al costado el Dr. Chantada con el crío en brazos, “recién llegado como siempre, de atender uno de sus tantos casos” (razón por la cual siempre está impecable, de punta en blanco y nunca en mangas de camisa)… y finalmente la señora del primer piso, almidonada hasta el mostacho, quien considera un verdadero privilegio tener a su cuidado el jardín del edificio… todos en penumbras… cada uno con su velita…

-Señores buenas noches… ¿qué ha ocurrido?

-Nada joven es “La hora del planeta” y por decisión de todos los que vivimos en este edificio hemos visto por conveniente apagar todas las luces…

La verdad, en otras circunstancias me hubiera hecho el loco y hubiera dejado pasar la situación… pero no ese día, digo noche en la que para colmo, según veía, el único edificio de todo el conjunto habitacional en el que vivo respetaba “esa bendita hora del planeta”… yo tenía que entregar mi trabajo al día siguiente…

-Oiga joven, mañana es domingo y nadie trabaja…

-Bueno señora, para su información los periodistas sí trabajamos, domingos, feriados y hasta fiestas de guardar ¿sabe?

-Ay no… por favor… Dr. Chantada… que malacrianza –espetó la doña Cañona del edificio, secundada por sus comadres…

Pero que cara de los mil demonios habré puesto que nadie osó ponérseme enfrente, ni siquiera el gorilón pelmazo del Dr. Chantada, cuya esposa, tan gentil, cálida, fragante y regalona acababa de asomar muy pizpireta, asomando su arrecha humanidad… mirándolo horriblemente al impecable hombre de leyes, luego de guiñarme el ojo bizco…

Lo cierto es que luego de subir la llave de electricidad de mi piso y no dar siquiera las buenas noches, contrario a mi costumbre, me largué a hacer mi tarea, dejando alborotadas a las dignas señoras, quienes se llenaban la boca, repitiendo las mismas palabras… ¡Ay qué barbaridad!... ¡Ay que mala crianza!

Y así volví a sentarme a escribir con más ganas que antes, cortesía de las viejas brujas del edificio y finalmente terminé, la cosa salió mejor de lo que había planeado, como sucede cada vez que te joden y te ponen obstáculos y pude entregar al día siguiente mi nota… ¡Sobre el Día del Planeta!

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