domingo, 28 de marzo de 2010

¡ESCAPE A LA VICTORIA!


Qué aficionado –en especial los ochenteros- no recuerda con delicia aquella película "Escape a la Victoria", en la que en el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial los malos más malos en toda la historia de la humanidad (como nunca los hubieron y ojalá nunca los vuelvan a haber) no pudieron, pese a sus mala artes, con los buenitos de la película en una suerte de épica batalla librada en un campo de fútbol... algo que en realidad se dio en la realidad, aunque no con un final tan feliz sino más bien trágico...

Los malos, ¡cuándo no!, eran los nazis quienes habían ideado a llevar a cabo un partido de fútbol entre la selección del Tercer Reich versus una selección de soldados aliados prisioneros. El partido a jugarse en el legendario estadio Colombes (en el que se jugara el mundial de Francia 38), sería dirigido por un árbitro parcializado con los alemanes, sin embargo el equipo de los buenos contaba –como no podía ser de otro modo- con muy buenos jugadores; entre ellos el propio Pelé -quien lesionado y todo, debido a una jugada artera de los jugadores nazis, se hace un golazo de chalaca (o chilena, según sea el gusto del lector).

Recursos hollywoodenses
También jugaba por el equipo aliado el argentino Oswaldo Ardiles (campeón en Argentina 78) –quien le hace una portentosa bicicleta a la saga hitleriana-, el gran capitán inglés Bobby Moore (campeón en Inglaterra 66) y hasta el malazo de Silvester Stallone quien, sabe Dios cómo, sin nunca haber jugado fútbol en su vida, se convierte en un arquerazo. Nada de esto impide, sin embargo, que los nazis, la emprendan a patadas contra los virtuosos jugadores aliados, con la anuencia del “imparcial” árbitro suizo.
Los espectadores, indignados ante tanta injusticia entonan La Marsellesa –el hermoso himno nacional de Francia-, animando con ello a los aliados, quienes logran empatar el partido. Pero el referee tenía sus propias instrucciones y en el último minuto decreta un tiro penal en contra de los aliados. Frente a la pelota se coloca “el gran Bauman”, quien poco antes de ejecutar la falta es trabajado “psicológicamente” por el inefable Rocki, que al final logra atajar el balón (decretándose finalmente un muy conveniente empate entre los malos y los buenos), ante la algarabía de la afición que poblaba las graderías del estadio de Colombes, la que al final ayuda a fugar los jugadores aliados, felices de que los canallas nazis no se hayan salido con la suya y… colorín colorado.

En realidad sí ocurrió, pero…
En una de las secuencias del film, el locutor que narra las incidencias del partido manifiesta: “En el futuro, tal vez muchos lleguen a dudar que el encuentro que ahora estamos observando realmente tuvo lugar…”. Bueno, en realidad sí ocurrió… pero no como lo cuenta la película, con aquellos recursos narrativos tan propios de la industria hollywoodense.
En realidad sí hubo un partido de fútbol entre los malos y los buenos durante la Segunda Guerra Mundial, algo típico del órgano de propaganda nazi, que, entre otras cosas, había creado una “ciudad de ensueño” en el campo de concentración de Theresientadt, en la que, supuestamente, los judíos eran muy dichosos, filmándose incluso un documental: “El furher entrega una ciudad a los judíos”.

El Dínamo Kiev
Dueños de casi todo el Viejo Continente, los nazis buscaban ahora que asentar su poderío en Europa Oriental, no tardaron entonces (en el verano de 1942) a llegar a la ciudad ucraniana de Kiev -que formaba parte de la Unión Soviética. Ahora bien, Kiev era la cuna de uno de los mejores equipos de fútbol de la preguerra y a las fuerzas de ocupación no se les ocurrió otro modo de minar la moral de los ucranianos humillando al que constituía su orgullo nacional.
En pleno verano de 1942, la otrora próspera ciudad de Kiev presentaba un aspecto ruinoso, luego de los combates que se habían librado antes de la rendición del Ejército Rojo soviético. Nada de ello no obstante, ni el estruendo causado por la artillería alemana o los frecuentes bombardeos aéreos impedían a los futbolistas del popular equipo “Dínamo Kiev”, seguir llevando a cabo sus habituales entrenamientos en el estadio del club Zenith.
Los predecesores de Chevchenko
Entre quienes descollaban en el Dínamo de Kiev (muchos, muchos años antes de la aparición del goleador Andriy Chevchenko), estaban el guardameta Nikolai Trusevich, el zaguero Nikolai Korotkykh, el volante Nicolai Korotkykh y los delanteros Makar Goncharenko e Ivan Kuzmenko, este último, goleador del equipo. Todos ellos constituían la columna vertebral del equipo más popular de la ciudad de Kiev.
Pero los futbolistas se quedarían sin equipo al imponerse la ley marcial. El avance de las tropas nazis impuso que el alto mando del ejército invasor haga de la ciudad de Kiev un gigantesco campamento a fin de continuar su avance en forma gradual hacia la ciudad de Moscú. De ese modo, los estadios de fútbol fueron confiscados siendo convertidos en cuarteles para las waffen o ejército alemán.

El partido de la muerte
Sin embargo, nada de ello impidió al Dr. Joseph Goebbels, jefe del órgano de propaganda nazi maquinar un plan para darle a esos ucranianos donde más pudiera dolerles. Ordenó entonces que se reuniera a los jugadores del Dynamo que yacían dispersos por toda la ciudad de Kiev a fin de que participaran en un campeonato de fútbol del que debían tomar parte también los equipos de fútbol del ejército, la aviación y la marina alemanes.
Los muchachos del Dynamo Kiev pensando que a cambio de comida y buen trato únicamente se verían obligados a jugar al fútbol se prepararon a conciencia para ofrecer como siempre un buen espectáculo. No obstante, momentos antes de saltar a la cancha del Kerosina Stadium, el “FCT Start” (nombre con el cual había sido rebautizado el equipo), un alto oficial alemán los visitó en el camerino, se trataba del General Eberhardt, jefe de las fuerzas de ocupación nazis en Kiev, en primer término los felicitó por su magnífico nivel de juego y porque eran sin duda orgullo de su hermoso país, agregando finalmente: “Espero que aprecien el buen trato que han recibido hasta ahora, y espero que valoren también su propia seguridad”.
El mensaje no podía ser más obvio: era una descarada invitación a dejarse ganar… de otro modo era casi un hecho de que fueran pasados por los armas. Sin embargo, los jugadores del Dynamo salieron a jugar como siempre y endilgaron una humillante derrota al equipo de fútbol de las Waffen (ejército alemán), haciendo lo mismo en los partidos siguientes, pese a las amenazas de los nazis.

¡Fusílenlos!
Tal fue la orden dada por el general Eberhardt, de ese modo irían cayendo el delantero y goleador Iván Kuzmenko, el elegante zaguero Olexiy Klimenko, aquel mismo que había tenido el atrevimiento de llevarse a medio equipo, en el partido contra la selección del Ejército Alemán y desde luego, el líder del equipo, el arquero Nycola Trusevich.
Camino al paredón, empujados a la mala por los guardias del campo de concentración en el que habían sido confinados, las ex estrellas del Dynamo caminaban a duras penas rumbo a la eternidad. A fin de que el fusilamiento sirviera de escarmiento, todos los prisioneros del campo de concentración de Siretz fueron formados en el patio. Entonces, los tambores comenzaron a redoblar.

El barranco de la abuela
Al abrirse el portón de la barraca donde yacían prisioneros las ex estrellas del Dynamo Kiev, todas las miradas se posaron en la figura gigantesca del arquero Nycola Trusevich, quien llevaba puesta la camiseta número uno que durante semanas había vestido antes de cada partido contra los nazis. Los tres fueron atados al paredón, ninguno de ellos aceptaría que se le cubran los ojos.
Antes de que el oficial ordenara abrir fuego en contra de los infortunados futbolistas, el arquero Trusevich alcanzó a gritar: ¡El deporte nunca muere!, luego el estampido de los fusiles acalló para siempre las voces de los héroes del Dynamo de Kiev. Luego, sus cuerpos serían trasladados hasta las afueras de la ciudad, un lugar llamado “Babi yar”, en castellano: “El Barranco de la abuela”, junto a miles de judíos, víctimas también del régimen nazi.
El último homenaje
Hoy, en las afueras del moderno estadio Zenith, donde antes existiera el antiguo escenario de las proezas futbolísticas de los jugadores del Dynamo Kiev se ha levantado un monumento que perpetúa su memoria con una inscripción que reza: “A los jugadores que murieron con la frente en alto ante el invasor nazi”.
Mucho se ha dicho de esta historia, pero sin duda lo más valedero y verdadero quedó registrado en las palabras del último sobreviviente de aquel partido: el lateral izquierdo Makar Gorachenko, quien antes de fallecer confesó al periodista inglés Andy Dougan: “Mis amigos no murieron porque fueran grandes jugadores, murieron como tantos otros porque dos regímenes totalitarios se enfrentaron. Estábamos condenados a ser víctimas de una masacre a gran escala”.
Posteriormente, Andy Dougan publicaría un libro basado en sus investigaciones sobre la suerte corrida por los infortunados jugadores ucranianos: "Dinamo: Defendiendo el honor de Kiev".

martes, 23 de marzo de 2010

"Las mellizas Bernaola y Play Boy"


Stars 2000: De Cuyesitas a Conejitas
Diario Expreso ( Suplemento Dominical Día Siete)

Decididamente lo que menos me ha vacilado siempre es hacer notas de la farándula… sin embargo, aquella tarde en la redacción del suplemento Día Siete del Diario Expreso no había más nadie para cumplir con el encargo (entrevistar a las mellizas Bernaola a través del hilo telefónico en conexión Lima-Nueva York… ¡tssssssssss!). Francamente me llegó el asunto, lo cual se refleja en la nota, pero como siempre he dicho, órdenes son órdenes. Por cierto, un abrazo para usted "Señor Español"... do quiera que se encuentre, realmente -con Fujimori y Montesinos incluidos- fueron muy buenos tiempos Sr. Editor, Don José María Fillol… ¡Compañero!... ¡Amigo!... ¡GILIPOLLAS!

Diario Expreso, 12 de diciembre de 1999, edición N° 34

La próxima irrupción de un par de "cholas de Chanchamayo" -como se llaman a sí mismas las hermanas Bernaola- en la portada de Play Boy ha causado conmoción en nuestros predios. La infalible prensa de a medio sol ya las ha deificado contando sus vidas y travesuras. Otros -así de fácil- las comparan con las Schiffer, Crawford y Campbell y los más sesudos han comenzado a llamarlas "vindicadorasc de nuestra choledad". No obstante, por encima de nuestra proverbial huachafería, no cabe duda que Carol y Darlene son sin duda las cholas más reputadas del orbe.

Fueron los noticieros de televisión los que nos hicieron sabedores de una de las más sonadas primicias de los últimos tiempos, se trataba de dos ex cindellas del elenco del fenecido programa infantil de televisión Nubeluz quienes ocuparán la portada de una de una de las revistas más vendidas del mundo.
De inmediato, las voces de nuestras paisanas se dejaron oír desde lo lejos emocionadas (más peruanas que nunca) añorando los calores de su lejano Chanchamayo, al que se habían visto obligadas a dejar hacer algunos años para saciar su sed de grandeza.
El conturbado conductor del programa noticioso de televisión, contagiado evidentemente por las nóveles divas inquiría por los detalles más íntimos de sus entrevistadas. Ellas a todas las preguntas respondían que se sentían muy cholas y que estaban orgullosas de dejar muy en alto el nombre de su querido Perú, posando calatas para Play Boy.

Gran despliegue periodístico
Como era de esperarse, el acontecimiento ha motivado decenas de entrevistas en los medios de comunicación. Una televisora enviará a Nueva York a una de su mejores periodistas a realizar la "entrevista del milenio", en la misma se les preguntará seguramente como se sienten, cuál es su signo, si tienen enamorado y cuánto les costó metamorfosear de cuyesitas a conejitas.
De ese modo, quienes creíamos que las bondades anatómicas de nuestras compatriotas sólo podían lucir en cierto tipo de diarios y almanaques, hoy nos vemos forzados a reconocer nuestro craso error y bien podemos sentirnos "orgullosos" de que sean las primeras peruanas en ser portada de la revista del conejito.
Hoy, nadie duda que el sólo verlas, exóticas y fulgurantes, plenas de sinuosa sensualidad y belleza; rubias y esbeltas (detalles estos últimos logrados gracias al prodigio de la cosmética, las siliconas y el bisturí), terminaron de convencer a los muchachos del bueno de Hugh Hefner, duelo de Play Boy, que ellas debían ser las elegidas.


De impulsadoras a...
Según sus allegados, cuando ni siquiera había empezado a operarse la metamorfosis en las gemelas Bernaola y aún conservaban sus primitivas formas y fisonomías, sus empleadores les ofrecieron posar (vestidas) en el calendario de la marca de cerveza para la que trabajaban como impulsadoras. Ellas, ni cortas ni perezosas aceptaron el reto y manos a la obra demostraron todo su talento.
Así, algún tiempo después cuando los productores de Play Boy las sometieron a la sesión fotográfica de rigor, Carol y Darlene, que ya no eran ni rastro de las cindellas de Nubeluz (en la actualidad su patrimonio anatómico es de 89-58-90) demostraron lo útil que les fue convertirse en chicas de calendario, haciendo alarde de su gran dominio de escena.


¿Top models?
De cualquier modo, "Las chicas latinas del milenio", como se las ha empezado a llamar en el celuloide norteamericano, empiezan a inspirar a nuestros profetas criollos, quienes ya les auguran nada menos que una ascendente carrera actoral en Hollywood o, por lo menos, un exitoso paso por las pasarelas mundiales.
Desde luego, también se han forjado diversas leyendas en torno a su pasado. Según algunos ellas nacieron en Los Ángeles y por esas cosas de la vida fueron a parar en Chanchamayo, donde descalzas y peinadas con trenzas –echas unas paisanitas- recogían café para poder subsistir. Otros sugieren que desde el primer momento en que asomaron en la pantalla chica demostraron sus innatas dotes artísticas y todo lo demás.
Pero al margen de todo esto, las gemelas Bernaola han demostrado tener industria para abrirse paso en este mundo para otros tan ingrato. Al menos ese parece ser el caso de carol, quien luego de haber llegado a los Estados Unidos, con una mano adelante y otra atrás, como ella misma dice, actualmente es dueña del 50 por ciento de los negocios de su marido (un norteamericano de origen italiano), consistente en una cadena de discotecas en Nueva York y Sao Paulo.
Así, para felicidad de la sociedad conyugal, la diligente Carol aporta a la misma en forma diaria, unos 1500 dólares que gana diariamente (al igual que Darlene) por la promoción de diversos productos. De otro lado, dizque, los productores de la próxima película del agente 007, así como los de la serie de televisión "Bay Watch", ya se han puesto en contacto con ellas para ofrecerles roles estelares, nada menos.
Finalmente, qué duda cabe, dentro de cien años, cuando se hagan las efemerides de los grandes logros a que accedieron nuestros (as) compatriotas, no será el de un Premio Nóbel, una conquista deportiva o el descubrimiento del antídoto de una fatal enfermedad, sino que dos emprendedoras chicas chanchamayinas nos dejaron "bien en alto", posando calatas para Play Boy.

jueves, 18 de marzo de 2010

¡Malula Mala!


(Cuento de terror)
La verdad, nunca conocí realmente a la Malula (llamémosla así, me imagino lo que podría ocurrir si es que dijera cómo se llama realmente)... y es que decir que se “conoce” a alguien finalmente resulta ser algo muy muy vago, y en este caso con mayor razón, ¡ya lo creo! En fin... ocurre que un día de tantos en que llegué a trabajar a las desoladas oficinas de la revista XYZ, trabé conocimiento con ella, quedando naturalmente de lo más impresionado... como cualquier otro tipo a quien no pudiera dejar de desconcentrar unas bonitas y ondulantes formas, una expresión de lo más traviesa, y cierto aroma –mezcla de olor a mujer y patchuli- que me solía poner en zozobra cada vez que la sentía cerca…
La sentía… sí, hablo en tiempo pasado… porque bueno, ocurre que la Malula, además de estar buenaza era muy buena onda, buena compañera y buena amiga, el caso es que como a cualquier won a quien se le aceleran las hormonas porque tu compañera va por atrás de tu asiento y te da unos caritativos masajes en la espaldita… bueno, ocurre que se me dio por pensar algo muy distinto a lo que las bondadosas manitas de la Malulix me querían decir… y pues se me dio por imaginar que aquella plaza fuerte había arriado la bandera y que sólo era cuestión de desenvainar el sable como buen corsario y lanzarse al abordaje…
Eso hice pues, se entiende… pero... sucedió lo inimaginable, la tal Malula encontró una manera ingeniosa como efectiva de deshacerse de los audaces arrumacos de su compañerito... nada menos que através de un mail… luego de que previamente yo le hubiera mandado otro, un mensaje plagado de florilegios romanticoides, diciéndole que deseaba hacerla muy feliz y otras muchas cosas también…

Seguro de mi triunfo le pregunté entonces, "¿qué tal mi cartita Malula Hermosa?"... Ella me sonrió entonces tan afablemente como siempre, pero esta vez acompañó su mirada con un guiño prometedor, el corazón me dio entonces un vuelco… “Mira el que yo te he enviado Enriquito.. espero que te guste", me espeto la muy malvada mientras deslizaba su lúbrica mirada de mis pies a mi afiebrada cabecita...

Sin decir más, de un salto llegué a mi compu y abrí su mensaje... el cual rezaba: “Esto es lo que yo quisiera hacer contigo... Enriquito...”, el mensaje iba acompañado de un vídeo, y yo me dije ¡Pusha... la hice... hasta me indica como quiere que se haga la cosa, definitivamente, qué gran invento la computadora!

Y entonces, mientras respiraba agitado, se me hacia agua la boca y frotaba mis manos, bajé el vídeo que acompañaba al mensaje... pero en lugar de lo que esperaba encontrarme... vi una cosa sumamente espeluznante, nada menos que a un grupo de hijos de puta, secuaces de ese engendro de Osama Bin Laden degollando a un pobre gringo como a un cordero, en medio de los gritos más desgarradores que en mi prosaica vida había escuchado…

¡Carajo!, nunca antes nadie me había dicho más en regla y contundentemente que no la joda. Y entonces... desde ese día y hasta que se fue de la empresa, nunca más la jodí nada… que "Hola Malula, Buenas noches Malula, pero nada más…" y la muy maldita que me sonreía y hasta me preguntaba si quería un masajito "Eh... no Malulita... así estoy bien (¡Chetu...!)"... después de aquello se murió el gran amor que por ella sentía (hasta impotente me volví durante un mes entero) y nunca más volví a sentir emoción alguna, como no fuera un gelido estremecimiento, y ganas de ir a hacer pipi cada vez que sentía a la sinuosa Malula caminar a mis espaldas...

lunes, 8 de marzo de 2010

EL DÍA QUE "ME MATARON"


Más de un año antes de registrarse la escena que encabeza este post, ese señor de pipa y anteojos había asesinado a un individuo de quien se sospechaba era el “Descuartizador de Lima”. Se me comisionó para entrevistarlo en el penal de San Jorge y llevamos entonces a cabo una reconstrucción del crimen en la celda de visita. De ese modo, aquel día el pseudo psicólogo Mario Poggi Estremadoyro “acabó con mi vida”… pero bueno, no se pierdan en el detalle, esta nota fue una de las mejores que hice en los inicio de mi carrera y no es porque yo la haya hecho pero… bueno, sigan pues…

Revista Gente N. 619 -620

Poggi: ¿Culpable o no?


Como en el caso de Raskolkinov de “Crimen y Castigo”, la famosa novela del escritor ruso Fedor Dostoievski, el bachiller en psicología Mario Poggi cree haber cometido un crimen justo al arrancarle la vida al presunto descuartizador Ángel Díaz Balbín. Él afirma: “Todos ustedes y sus familias viven ahora tranquilos; pero esto costó un sacrificio, el mío. He liberado a la sociedad de un asesino”. Quienes lo juzgan sin embargo no creen lo mismo, y Poggi puede ser condenado a 25 años de prisión por su crimen. “Me creen loco y no lo soy. Yo soy un excéntrico”, sostiene el ex colaborador de la Policía de Investigaciones del Perú. Y cuando narra el delito que cometió parece tranquilizar su conciencia, sentirse un salvador. Lea usted amigo lector el relato que sigue y acaso usted pueda decirnos si Poggi es culpable o no, o por si el contrario no es otra cosa que una pobre víctima.

Muertos vivos
Mario Poggi tiró fuertemente del cinturón, el pie sobre la espalda del “monstruo”; había terminado de “hacer justicia”, lo había matado. Ángel Díaz Balbín el presunto descuartizador yacía muerto en una celda de la división de homicidios de la PIP.
Era el 9 de febrero de 1986, horas más tarde aquel hombre, de aproximadamente un metro sesenta, afirmaría haber dado muerte a alguien mucho más alto y corpulento que él. Diría en todo momento que lo hizo con el fin de librar a la humanidad de un monstruo. Sí, lo hizo él; él solo.
Han pasado casi dos años, el penal de San Jorge asemeja como cualquier otra prisión a un mausoleo, con la única diferencia de que en una cárcel… los muertos yacen vivos.
Esperábamos calmos al prisionero, durante los días anteriores hemos venido preguntándonos como es este hombre, este hombre que según muchos dicen ha matado a sangre fría con el único fin de ganar notoriedad. De pronto un hombrecito de cabello semiencanecido, de exaltados más que joviales gestos y vestido cual si fuera un cómico entra saludándonos a la sala de visitas portando una gran cantidad de libros. Nos recibe ansioso y luego nos pide esperar “algo más”, irá por sus esculturas, “para que la nota sea más interesante”.

Muchos en uno
¡Vaya!, en conclusión ¿a quién vamos a entrevistar?, ¿a un homicida, un escultor, un cómico o simplemente a un demente? Pronto veríamos que un abogado, un yoga, un arquitecto y hasta un político se sumarían a la lista.
Mientras nos muestra orgulloso sus trabajos de escultura nos dice: “Yo estudié en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad de Lieja, en Bélgica. He ganado premios de la Fundación Andree Renard, al mismo tiempo estudiaba criminología y también ciencias políticas y diplomáticas, carrera que no puede ejercer ya que me pasé de la edad, bueno prácticamente me quebraron la vida.

¿Y esa escultura?, ¡Vaya si es extraña!
-¡Ah, ésta- una cabeza que representa a una persona somnolienta- es una cara terapéutica. Mire, porque si usted la ve le provoca sueño; da ganas de bostezar al verla, mire… aaajum. Esto es para las personas que tienen insomnio –agrega.
Yo presente una escultura para donarla a la Fundación por los Niños del Perú y bueno la remataron por cinco mil soles. Mario Poggi está consultando la jurisprudencia de distintos países para apoyarse en sus conclusiones cuando llegue el momento de hacer frente al juicio oral. Al mismo tiempo está redactando su tesis “Mecanismos Criminógenos” y “Ego defensa en estado hipnótico de los delincuentes”, a fin de obtener su título de licenciado en psicología en la universidad Ricardo Palma.
-Dedico estas tesis a “mis esposas”, Otilia Barandiarán (1973-1974) a Julia Manrique (1976-1983) y Miroslava Palacios (1985-1987). Con Otilia Barandiarán tengo un hijo: Raúl Alfonso a quien no conozco: “Hijito ojalá algún día te conozca para poder defenderte y ayudarte”.
La sala en la que otros presos reciben también sus visitas se ha convertido en un auditorio. Todos prestan fija atención a lo que dice este hombre tan extraño. La voz estentórea, los gestos agitados y el traje vistoso lo tornan sumamente llamativo.
-Para interrogar a Díaz Balbín apliqué las técnicas que se usaron en la Segunda Guerra Mundial a los prisioneros de guerra. Específicamente el test que usé con Díaz Balbín fue el de Floding o de la inundación.
Para nuestros lectores, una idea de cómo se aplicaba el “Test de Floding” en la Segunda Guerra Mundial: Los SS (unidad de elite nazi) tenían en su poder tres prisioneros, los cuales eran sospechosos de ocultar información. Los interrogadores sabían quien tenía la información; fusilaban a uno. Luego tomaban al segundo prisionero y lo fusilaban con balas de salva. El prisionero dueño de la información quedaba entonces en un estado tal de inconsciencia que confesaba lo que los SS deseaban.
-Diga Mario Poggi, ¿ese test no está vedado?
-No, es perfectamente normal su uso. Mire, el psicólogo tiene que ser creativo en un momento; la situación mía era muy difícil. Mientras interrogaba a Díaz Balbín me dije a mí mismo: “Poggi, si este hombre sale libre seguirá matando”, incluso, le cuento, me preguntó mi nombre pero yo le di el nombre del amante de mi mujer para que no me vaya a pasar nada a mí, con dirección, teléfono, placa del carro y todo eso. Ocurrió que llegado un momento, cuando estuvo a punto de hablar pensé sacarlo desnudo a la calle, de este modo habría tocado su orgullo. Pero como me prohibieron exponerlo lo hice bailar calato con una agente PIP a fin de poder dar con su situación de homosexualidad, resultado: no hubo erección.
-Sin embargo, posteriormente se pudo probar que él no era el descuartizador (en efecto algunos meses después del asesinato de Ángel Díaz Balbín a manos de Mario Poggi un sujeto confesó, poco antes de auto eliminarse que había sido él el descuartizador incluso dejó una carta guiando a la policía hasta su hogar donde se encontraron numerosos despojos humanos enterrados en el patio)
-Créame, él era el “descuartizador”. Me lo dijo el que había sido su abogado y que hasta hace poco lo fue mío, el doctor Jorge Ureta, primo del loco Ureta (un muy popular artista cómico de los años setenta). Él fue quien me lo dijo: “Poggi no te has equivocado, Díaz Balbín era el descuartizador”. Yo estoy pidiendo permiso al Colegio de Abogados para poder decir esto ante la corte.

-¿Por qué dejó el Dr. Ureta de ser su abogado?
-Porque la PIP lo estaba hostigando demasiado, incluso lo habían amenazado de muerte según me dijo. Por este motivo sentó denuncia contra el comisario de la estación PIP de Apolo. Figúrese que hasta el diario “La Crónica” (diario de propiedad estatal que existió hasta principios de los años 90) se prestó para difamarlo, tildándolo de mafioso.
-¿Ha hecho bien en matarlo? Usted ha afirmado que libró a la sociedad de un monstruo…
-La verdad, metí la pata. Bueno, era el descuartizador. Vamos a arreglarlo diciendo que salvé a la sociedad de un monstruo, es cuanto pensé y expresé en ese momento. Era una prueba muy evidente, el muerto estaba ahí, no podía eludir la prueba.
-¿Alguien más tuvo parte en esto?
-Los cuatro días que estuve trabajando con él prisionero siempre tuve a un agente PIP a mi lado. Nunca sucedió nada en todo ese tiempo. Pero en cuanto se mete el cabo Villar Almonacid se empiezan a dar los hechos trágicos. Pido que ser haga un chequeo psiquiátrico a este agente ya que es un insano, ha dejado paralíticas a dos personas. Cuando le aplicaba el test a Díaz Balbín, el cabo Villar Almonacid sin tener en cuenta el estado emocional en que em encontraba me dijo: ¿Por qué no lo ahorca? Y me alcanzó su correa.
-¿Quiere decir que a usted lo han manipulado?
-Villar Almonacid empieza a mentir y viciar todo. Él me dijo: “Doctor a usted no le puede pasar, diga que estuvo solo” y eso fue lo que dije cuando se me interrogó. Incluso afirmé que la correa la encontré en el balde. Y es que en ese momento yo no era el mismo, se me había nublado la conciencia; sí, efectivamente, aquel individuo me había manipulado. Yo le digo que la PIP está buscando todas las pruebas posibles para evitar sus propias responsabilidades que la correa no era de Villar Almonacid y otras tantas mentiras. La PIP no trabajaba en este caso como debía realmente hacerlo.

-¿Qué puede decir de todo cuanto ahora le ha acontecido?
-Mire, una sola cosa; ya no hay más descuartizamientos, todos ustedes y sus familias están tranquilos y para todo esto debió realizarse un sacrificio: el sacrificado he sido yo. El error jurídico explica que nadie puede hacer justicia con sus manos, pero ¿en qué justicia puedo yo confiar cuando la propia justicia nuestra, en este caso la que detenta la jueza Isabel Díaz Marín le había otorgado el “habeas corpus” para que el cabo Villar Almonacid pueda ser puesto en libertad.
Bien, la conversación ha terminado, durante todo el tiempo hemos tenido a un numeroso auditorio; hasta los guardias estaban atentos a lo que decía el “amigo Poggi”. El homicida se despide de nosotros, hará unas cuantas morisquetas y luego se pondrá de cabeza, “es parte de un ejercicio yoga”, dice.
Al atravesar nuevamente los pasillos de la cárcel sólo podemos hilvanar mentalmente dos palabras, quién sabe, tal vez un buen epitafio si es que le dan esos 25 años a Mario Poggi.

lunes, 1 de marzo de 2010

Javier Valle Riestra: ¡Al infierno con Alan García!


Hubo una época en que acudir al congreso era un verdadero deleite dada la calidad y altura que solían demostrar los padres de la patria: jurisconsultos de nota, oradores cuyas elocuencia impresionaba a propios y extraños en el hemiciclo parlamentario. Hoy sin embargo se ve a cada bestia rebuznar en el templo donde se forjan nuestras leyes… lo cual es una verdadera tragedia nacional. Por ello, pese a lo que se diga de sus lealtades partidarias e ideológicas, siempre fue para mí un verdadero placer abordar a don Javier Maximiliano Alfredo Hipólito Valle Riestra González Olaechea o sencillamente “El Tribuno”. Como anécdota debo señalar que luego de esta entrevista, hecha durante el apogeo del régimen fujimorista... ¡Me botaron!

Diario Expreso – Suplemento Día Siete Nº 33

El viejo demócrata cierra cual diestro espadachín a favor del gobierno esgrimiendo el argumento de que no se puede entregar el poder a la oposición porque sería un desastre para el Perú. Sin embargo, pese a juzgársele veleidoso en política se confiesa aprista por ideología aunque no por partido.

Antaño se solía decir que «sólo el aprismo salvaría al Perú», hoy se dice que sólo el fujimorismo podrá hacerlo...
Hubo una época romántica, entre 1931 y 1956, en la que las masas y muchos intelectuales creían que esa redención estaba a cargo del aprismo, pero desgraciadamente el pactismo entre este partido y los gobiernos de Pardo y Odría desvaneció ese ideal y más aún después del gobierno de Alan García. En cuanto a Fujimori, pese a las discrepancias que en materia democrática tenemos con él, viene realizando el sueño aprista: «la unidad continental», resolviendo los problemas pendientes con Chile y Ecuador.

Y a este respecto, ¿fue un despropósito lo dicho por Martha Hidebrandt respecto a llamar “llorones” a los tacneños?
No estoy de acuerdo con aquello de llamar de ese modo a los tacneños. Ocurre que en Tacna existe mucha sensibilidad respecto al tema, no hay que olvidar que se trata de una provincia que se mantuvo largo tiempo cautiva. De eso se aprovecharon algunos politicastros para buscar la reelección como congresistas, ellos mismos pretendían que lo resuelto pase por el congreso chileno para que sea observado. No se dan cuenta que se trata de una gran hazaña histórica y diplomática para el Perú.

Aquellos politicastros a los que hace mención, ¿son los mismos que han conformado el pacto de gobernabilidad?
Muchas de aquellas «botellas vacías» sin etiqueta que han firmado el Pacto de Gobernabilidad pretendían que se lleve a cabo un plebiscito para que se dé la resolución del problema con el Ecuador, y en el caso de Chile llegaron a discutir la validez y legitimidad de los acuerdos. Así, no se pronunciaron acertadamente en ningún momento para resolver los viejos problemas de la república –la república del Perú por si acaso (…)- que son por los que realmente debieron mostrar interés. No se dan cuenta que con la paz conseguida por el Perú, se evitará el viejo cáncer del militarismo.

Si Haya de la Torre volviera de la tumba y viera a los apristas suscribiendo el Pacto de Gobernabilidad, ¿qué se imaginaría que diría?
En el epitafio de Víctor Raúl hay una frase que dice: «Aquí yace la luz». De él resucitar iría a la cripta donde ellos han suscrito dicho pacto y escribiría este epitafio: «Aquí yace la oscuridad», porque los que lo suscribieron no representan a nadie y están a tontas y locas dándose palazos.

No hace mucho usted tuvo un encuentro con Alan García en París, se pensó entonces que usted había vuelto al redil…
No, en modo alguno. Salir con él a la calle para almorzar y tomar un café no quiere decir que le haya amnistiado de sus grandes culpas. Además yo jamás abjuré de la ideología aprista; otra cosa es que tenga vinculación alguna con la mazorca alanista de Alfonso Ugarte, que son un grupo de burócratas sumisos a Alan, cuyo único fin es el ser elegidos o reelegidos congresistas.

El actual premier Bustamante Belaúnde, jurista como usted, como que luce y habla menos, pero ¿hace más que usted?
No creo que en mi época de premier al hablar mucho hiciera mal, haciendo apología de los derechos humanos, más bien creo que por hacerlo es que aún tengo vigencia en el Perú. En cuanto al señor Bustamante le juzgo menos petulante que yo, y tal vez más sagaz, lo cual acaso le permita lograr mayores conquistas populares. Por mi parte me jacto de que durante mis 75 días de premier pude ayudar a desmilitarizar las universidades, de lograr también muchas excarcelaciones de presos inocentes. Es más durante mi gestión, el despacho de la presidencia del consejo de ministros se convirtió en una avanzada ultra democrática, en un búnker de la libertad.

Suele comentarse mucho sobre sus repentinos cambios de humor político, por ejemplo, luego de haber sido abogado de Baruch Ivcher, opositor al gobierno (dueño del canal 2) se hizo premier del régimen...
Yo jamás fui abogado de Ivcher, he prestado mis servicios a la empresa Frecuencia Latina que es otra cosa, a mí nunca se me ha visto en tribunal alguno defendiendo o asesorando a este señor, ni hablando a su favor ante la prensa; más bien él siempre se manifestó enemigo mío y ello se reflejó a través de su canal, cuando aún lo tenía.

¿Hacia dónde lo llevara esta vez su humor político?, ¿bajo qué bandera servirá en esta ocasión?
Mi humor nunca ha sido traidor, yo siempre he servido a la democracia, nunca renegué de ser aprista, me refiero al aprismo como una ideología a cuyos principios me mantengo leal, no al partido con el cual he tenido manifiestas diferencias. Fui al fujimorismo, sí, pero no a traicionar, yo no fui a adular a Fujimori sino a convencerle de que no se reeligiera pero fracasé. Para postular al Congreso con Alianza Popular hemos logrado reunir 500 mil firmas, pro seguramente la ONPE nos depurará el 50 por ciento y nos quedaremos en el camino. Ahora no podría ir con el APRA, ellos no me llamarían por más aprista que fuere, ni creo que lo haría Toledo porque me reído de él.

De usted se ha dicho, haciendo alusión a su conducta política, que se asemeja ora a Mirabeau ora a Talleyrand; dos caracterizados personajes de la Revolución Francesa…
No creo, si bien es cierto Mirabeau abolió los privilegios reales, siendo gente del rey, tenía un juego doble, ya que también comulgaba con los jacobinos, luego yo no me parezco a él. En cuanto a Talleyrand, tampoco creo ser como él, quien tenía una frase que lo caracterizaba que era: “La palabra ha sido hecha para disfrazar el pensamiento” y tal nunca ha sido mi actitud.

Si usted fuera el autor de la Gran Comedia Nacional (parafraseando al dramaturgo Calderón de la Barca), ¿a quién condenaría al cielo, al purgatorio y al infierno?
En el cielo deberían estar las figuras heroicas como Haya de la Torre y los mártires del aprismo; Fujimori debería pasar por el purgatorio, debido a sus yerros antidemocráticos y al infierno debería ir Alan García, quien durante su gobierno tuvo una conducta dolosa y a todos aquellos parlamentarios que no hacen nada efectivo por el país desde sus escaños.

Si tuviera que batirse a duelo, con la viva personificación de alguno de los problemas nacionales, ¿a quién le arrojaría el guante?
Yo me batiría con quienes conspiraron contra la paz histórica del país desde el Congreso, sin embargo entre aquellos no hay ningún caballero y como usted sabe un caballero debe batirse contra otros de igual condición. Así pues, lamentablemente no tendría rival.
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