Stars 2000: De Cuyesitas a Conejitas
Diario Expreso ( Suplemento Dominical Día Siete)
Diario Expreso ( Suplemento Dominical Día Siete)
Decididamente lo que menos me ha vacilado siempre es hacer notas de la farándula… sin embargo, aquella tarde en la redacción del suplemento Día Siete del Diario Expreso no había más nadie para cumplir con el encargo (entrevistar a las mellizas Bernaola a través del hilo telefónico en conexión Lima-Nueva York… ¡tssssssssss!). Francamente me llegó el asunto, lo cual se refleja en la nota, pero como siempre he dicho, órdenes son órdenes. Por cierto, un abrazo para usted "Señor Español"... do quiera que se encuentre, realmente -con Fujimori y Montesinos incluidos- fueron muy buenos tiempos Sr. Editor, Don José María Fillol… ¡Compañero!... ¡Amigo!... ¡GILIPOLLAS!
Diario Expreso, 12 de diciembre de 1999, edición N° 34
La próxima irrupción de un par de "cholas de Chanchamayo" -como se llaman a sí mismas las hermanas Bernaola- en la portada de Play Boy ha causado conmoción en nuestros predios. La infalible prensa de a medio sol ya las ha deificado contando sus vidas y travesuras. Otros -así de fácil- las comparan con las Schiffer, Crawford y Campbell y los más sesudos han comenzado a llamarlas "vindicadorasc de nuestra choledad". No obstante, por encima de nuestra proverbial huachafería, no cabe duda que Carol y Darlene son sin duda las cholas más reputadas del orbe.
Fueron los noticieros de televisión los que nos hicieron sabedores de una de las más sonadas primicias de los últimos tiempos, se trataba de dos ex cindellas del elenco del fenecido programa infantil de televisión Nubeluz quienes ocuparán la portada de una de una de las revistas más vendidas del mundo.
De inmediato, las voces de nuestras paisanas se dejaron oír desde lo lejos emocionadas (más peruanas que nunca) añorando los calores de su lejano Chanchamayo, al que se habían visto obligadas a dejar hacer algunos años para saciar su sed de grandeza.
El conturbado conductor del programa noticioso de televisión, contagiado evidentemente por las nóveles divas inquiría por los detalles más íntimos de sus entrevistadas. Ellas a todas las preguntas respondían que se sentían muy cholas y que estaban orgullosas de dejar muy en alto el nombre de su querido Perú, posando calatas para Play Boy.
De inmediato, las voces de nuestras paisanas se dejaron oír desde lo lejos emocionadas (más peruanas que nunca) añorando los calores de su lejano Chanchamayo, al que se habían visto obligadas a dejar hacer algunos años para saciar su sed de grandeza.
El conturbado conductor del programa noticioso de televisión, contagiado evidentemente por las nóveles divas inquiría por los detalles más íntimos de sus entrevistadas. Ellas a todas las preguntas respondían que se sentían muy cholas y que estaban orgullosas de dejar muy en alto el nombre de su querido Perú, posando calatas para Play Boy.
Gran despliegue periodístico
Como era de esperarse, el acontecimiento ha motivado decenas de entrevistas en los medios de comunicación. Una televisora enviará a Nueva York a una de su mejores periodistas a realizar la "entrevista del milenio", en la misma se les preguntará seguramente como se sienten, cuál es su signo, si tienen enamorado y cuánto les costó metamorfosear de cuyesitas a conejitas.
De ese modo, quienes creíamos que las bondades anatómicas de nuestras compatriotas sólo podían lucir en cierto tipo de diarios y almanaques, hoy nos vemos forzados a reconocer nuestro craso error y bien podemos sentirnos "orgullosos" de que sean las primeras peruanas en ser portada de la revista del conejito.
Hoy, nadie duda que el sólo verlas, exóticas y fulgurantes, plenas de sinuosa sensualidad y belleza; rubias y esbeltas (detalles estos últimos logrados gracias al prodigio de la cosmética, las siliconas y el bisturí), terminaron de convencer a los muchachos del bueno de Hugh Hefner, duelo de Play Boy, que ellas debían ser las elegidas.
Como era de esperarse, el acontecimiento ha motivado decenas de entrevistas en los medios de comunicación. Una televisora enviará a Nueva York a una de su mejores periodistas a realizar la "entrevista del milenio", en la misma se les preguntará seguramente como se sienten, cuál es su signo, si tienen enamorado y cuánto les costó metamorfosear de cuyesitas a conejitas.
De ese modo, quienes creíamos que las bondades anatómicas de nuestras compatriotas sólo podían lucir en cierto tipo de diarios y almanaques, hoy nos vemos forzados a reconocer nuestro craso error y bien podemos sentirnos "orgullosos" de que sean las primeras peruanas en ser portada de la revista del conejito.
Hoy, nadie duda que el sólo verlas, exóticas y fulgurantes, plenas de sinuosa sensualidad y belleza; rubias y esbeltas (detalles estos últimos logrados gracias al prodigio de la cosmética, las siliconas y el bisturí), terminaron de convencer a los muchachos del bueno de Hugh Hefner, duelo de Play Boy, que ellas debían ser las elegidas.
De impulsadoras a...
Según sus allegados, cuando ni siquiera había empezado a operarse la metamorfosis en las gemelas Bernaola y aún conservaban sus primitivas formas y fisonomías, sus empleadores les ofrecieron posar (vestidas) en el calendario de la marca de cerveza para la que trabajaban como impulsadoras. Ellas, ni cortas ni perezosas aceptaron el reto y manos a la obra demostraron todo su talento.
Así, algún tiempo después cuando los productores de Play Boy las sometieron a la sesión fotográfica de rigor, Carol y Darlene, que ya no eran ni rastro de las cindellas de Nubeluz (en la actualidad su patrimonio anatómico es de 89-58-90) demostraron lo útil que les fue convertirse en chicas de calendario, haciendo alarde de su gran dominio de escena.
Según sus allegados, cuando ni siquiera había empezado a operarse la metamorfosis en las gemelas Bernaola y aún conservaban sus primitivas formas y fisonomías, sus empleadores les ofrecieron posar (vestidas) en el calendario de la marca de cerveza para la que trabajaban como impulsadoras. Ellas, ni cortas ni perezosas aceptaron el reto y manos a la obra demostraron todo su talento.
Así, algún tiempo después cuando los productores de Play Boy las sometieron a la sesión fotográfica de rigor, Carol y Darlene, que ya no eran ni rastro de las cindellas de Nubeluz (en la actualidad su patrimonio anatómico es de 89-58-90) demostraron lo útil que les fue convertirse en chicas de calendario, haciendo alarde de su gran dominio de escena.
¿Top models?
De cualquier modo, "Las chicas latinas del milenio", como se las ha empezado a llamar en el celuloide norteamericano, empiezan a inspirar a nuestros profetas criollos, quienes ya les auguran nada menos que una ascendente carrera actoral en Hollywood o, por lo menos, un exitoso paso por las pasarelas mundiales.
Desde luego, también se han forjado diversas leyendas en torno a su pasado. Según algunos ellas nacieron en Los Ángeles y por esas cosas de la vida fueron a parar en Chanchamayo, donde descalzas y peinadas con trenzas –echas unas paisanitas- recogían café para poder subsistir. Otros sugieren que desde el primer momento en que asomaron en la pantalla chica demostraron sus innatas dotes artísticas y todo lo demás.
Pero al margen de todo esto, las gemelas Bernaola han demostrado tener industria para abrirse paso en este mundo para otros tan ingrato. Al menos ese parece ser el caso de carol, quien luego de haber llegado a los Estados Unidos, con una mano adelante y otra atrás, como ella misma dice, actualmente es dueña del 50 por ciento de los negocios de su marido (un norteamericano de origen italiano), consistente en una cadena de discotecas en Nueva York y Sao Paulo.
Así, para felicidad de la sociedad conyugal, la diligente Carol aporta a la misma en forma diaria, unos 1500 dólares que gana diariamente (al igual que Darlene) por la promoción de diversos productos. De otro lado, dizque, los productores de la próxima película del agente 007, así como los de la serie de televisión "Bay Watch", ya se han puesto en contacto con ellas para ofrecerles roles estelares, nada menos.
Finalmente, qué duda cabe, dentro de cien años, cuando se hagan las efemerides de los grandes logros a que accedieron nuestros (as) compatriotas, no será el de un Premio Nóbel, una conquista deportiva o el descubrimiento del antídoto de una fatal enfermedad, sino que dos emprendedoras chicas chanchamayinas nos dejaron "bien en alto", posando calatas para Play Boy.
De cualquier modo, "Las chicas latinas del milenio", como se las ha empezado a llamar en el celuloide norteamericano, empiezan a inspirar a nuestros profetas criollos, quienes ya les auguran nada menos que una ascendente carrera actoral en Hollywood o, por lo menos, un exitoso paso por las pasarelas mundiales.
Desde luego, también se han forjado diversas leyendas en torno a su pasado. Según algunos ellas nacieron en Los Ángeles y por esas cosas de la vida fueron a parar en Chanchamayo, donde descalzas y peinadas con trenzas –echas unas paisanitas- recogían café para poder subsistir. Otros sugieren que desde el primer momento en que asomaron en la pantalla chica demostraron sus innatas dotes artísticas y todo lo demás.
Pero al margen de todo esto, las gemelas Bernaola han demostrado tener industria para abrirse paso en este mundo para otros tan ingrato. Al menos ese parece ser el caso de carol, quien luego de haber llegado a los Estados Unidos, con una mano adelante y otra atrás, como ella misma dice, actualmente es dueña del 50 por ciento de los negocios de su marido (un norteamericano de origen italiano), consistente en una cadena de discotecas en Nueva York y Sao Paulo.
Así, para felicidad de la sociedad conyugal, la diligente Carol aporta a la misma en forma diaria, unos 1500 dólares que gana diariamente (al igual que Darlene) por la promoción de diversos productos. De otro lado, dizque, los productores de la próxima película del agente 007, así como los de la serie de televisión "Bay Watch", ya se han puesto en contacto con ellas para ofrecerles roles estelares, nada menos.
Finalmente, qué duda cabe, dentro de cien años, cuando se hagan las efemerides de los grandes logros a que accedieron nuestros (as) compatriotas, no será el de un Premio Nóbel, una conquista deportiva o el descubrimiento del antídoto de una fatal enfermedad, sino que dos emprendedoras chicas chanchamayinas nos dejaron "bien en alto", posando calatas para Play Boy.