Diario Deportivo Líbero, mayo de 2001
Hay quienes sólo durante ésta fecha se acuerdan de la autora de sus días, algo harto mezquino por cierto, pero hay otros que en cambio no necesitan evocarla, ya que nunca faltan los que se la recuerdan, en especial los domingos de fútbol, ya que el destino de los “hombres de negro” los condena a que sea cuales sean sus decisiones a lo largo de un partido, siempre haya un bando que no queda satisfecho.
Y es que el especial caso de los réferis suele cumplirse de modo inverso aquel viejo adagio: “los hijos pagan los errores de sus padres”. En este caso son las medres quienes suelen pagar los “yerros” de los hijos –según el cristal con que se miren. Así pues, en este tan significativo día, queremos rendir un más que cumplido homenaje a esa suerte de “heroínas anónimas” que son las madres de nuestros árbitros.
Y es que el especial caso de los réferis suele cumplirse de modo inverso aquel viejo adagio: “los hijos pagan los errores de sus padres”. En este caso son las medres quienes suelen pagar los “yerros” de los hijos –según el cristal con que se miren. Así pues, en este tan significativo día, queremos rendir un más que cumplido homenaje a esa suerte de “heroínas anónimas” que son las madres de nuestros árbitros.
¡Rezo por mi hijo!
La señora Margarita Monttedoro Rodríguez, Vda. De Vega nos hace los honores de la casa. Ni bien le pedimos que nos cuente que significa para ella el que su hijo Miguel (a quien llaman también “Guajaja” en casa) sea réferi, su rostro cobra una expresión de angustia y nos responde:
“Yo señor no veo el partido, prefiero rezar, encomendar a mi hijo a la virgen y luego salir a caminar para no ser testigo de las angustias a que se ve sujeto; ya que todo el tiempo me la paso temiendo de que algo le pueda suceder. Y la cosa se Agrava en mi caso porque soy diabética e hipertensa”.
Y mientras acaricia a su hijo, quien la toma de las manos, con la ternura de la que sólo es capaz un hijo, le preguntamos si es que alguna vez le pidió a Miguel que a abandone al arbitraje.
“Jamás –responde con firmeza-, incluso cuando hace algún tiempo tuvo un problema durante un clásico en el que admitió haberse equivocado al cobrar un penal, llegó a la casa y me dijo que iba a mandar todo al diablo y se iba a retirar. Entonces yo lo confronté y le pedí que no hiciera tal cosa y que lo respaldaba… pese a todas las mentadas”.
La señora Margarita Monttedoro Rodríguez, Vda. De Vega nos hace los honores de la casa. Ni bien le pedimos que nos cuente que significa para ella el que su hijo Miguel (a quien llaman también “Guajaja” en casa) sea réferi, su rostro cobra una expresión de angustia y nos responde:
“Yo señor no veo el partido, prefiero rezar, encomendar a mi hijo a la virgen y luego salir a caminar para no ser testigo de las angustias a que se ve sujeto; ya que todo el tiempo me la paso temiendo de que algo le pueda suceder. Y la cosa se Agrava en mi caso porque soy diabética e hipertensa”.
Y mientras acaricia a su hijo, quien la toma de las manos, con la ternura de la que sólo es capaz un hijo, le preguntamos si es que alguna vez le pidió a Miguel que a abandone al arbitraje.
“Jamás –responde con firmeza-, incluso cuando hace algún tiempo tuvo un problema durante un clásico en el que admitió haberse equivocado al cobrar un penal, llegó a la casa y me dijo que iba a mandar todo al diablo y se iba a retirar. Entonces yo lo confronté y le pedí que no hiciera tal cosa y que lo respaldaba… pese a todas las mentadas”.
Ella está en el cielo
Quisimos entrevistar también a la señora Dora Villamonte, madre del árbitro “Tarjetita” Arana, pero su residencia está un tanto distante de la tierra… allá en el cielo…
“No está físicamente conmigo –nos dice el popular “Tarjetita”- sin embargo no hay día en que no piense en ella, cuyo santo amor siempre me acompaña más allá del tiempo. No, en absoluto tomo en cuenta a esa gente ignorante que me la menta en los estadios, siempre supe que se trata de personas que acuden a los escenarios deportivos a descargar sus frustraciones, ella siempre supo estas cosas y me supo brindar su comprensión. Siempre que dirigí un partido el Día de la Madre, pedí a los capitanes que juntos nos unamos en una oración y le rindamos un homenaje a aquellas que nos dieron el ser, en especial a las que no están más con nosotros.
A dicho homenaje nos aunamos nosotros, los periodistas de Líbero, rindiendo nuestro reconocimiento a aquel ser que por lo sublime de sus sentimientos, no hace sino confirmar el origen divino del género humano.
Quisimos entrevistar también a la señora Dora Villamonte, madre del árbitro “Tarjetita” Arana, pero su residencia está un tanto distante de la tierra… allá en el cielo…
“No está físicamente conmigo –nos dice el popular “Tarjetita”- sin embargo no hay día en que no piense en ella, cuyo santo amor siempre me acompaña más allá del tiempo. No, en absoluto tomo en cuenta a esa gente ignorante que me la menta en los estadios, siempre supe que se trata de personas que acuden a los escenarios deportivos a descargar sus frustraciones, ella siempre supo estas cosas y me supo brindar su comprensión. Siempre que dirigí un partido el Día de la Madre, pedí a los capitanes que juntos nos unamos en una oración y le rindamos un homenaje a aquellas que nos dieron el ser, en especial a las que no están más con nosotros.
A dicho homenaje nos aunamos nosotros, los periodistas de Líbero, rindiendo nuestro reconocimiento a aquel ser que por lo sublime de sus sentimientos, no hace sino confirmar el origen divino del género humano.