domingo, 4 de abril de 2010

En la región San Martín se opera a la luz de los celulares


Se había tenido noticia de que los médicos habían tenido que operar con alicates, cizallas y otros instrumentos de ferretería, ante la carencia de equipamiento e instrumental más apropiado. Cuando pensábamos que ya nada podría sorprendernos, nos dimos con que en la ciudad de Lamas, en el departamento de San Martín, los médicos se suelen ver obligados a operar valiéndose de su la luz de sus teléfonos celulares.

ANMMS IINFORMA
Informativo de la Asociación Nacional de Médicos del Ministerio de Salud
Febrero de 2010

El sismo del 2005
Hace cinco años, un violento terremoto dejó en ruinas a gran parte de la ciudad de Lamas, en la región San Martín. En aquel entonces, los profesionales médicos, pese a las carencias y limitaciones con que contaban (y en realidad siguen contando) se desempeñaron a gran nivel en beneficio de los numerosos damnificados que dejó el sismo tanto en Lamas como en los distintos poblados de la periferia. Ello motivo que se generaran una serie de donaciones en instrumental y equipamiento.
Llegaron así a al hospital, en calidad de donativo, quipos de última generación, tan pero tan modernos que nadie sabía cómo usarlos. En realidad hubiera sido necesario que los médicos que ejercen en Lamas hayan nacido en el Japón para que puedan manejarlos; ya que las instrucciones están escritas en base al “silabario hiragana”, en buena cuenta: el abecedario japonés. De ese modo, no extraña que tan sofisticados equipos ornen el almacén del Hospital de Lamas; ahí puede observarse un electrocardiógrafo que no es casi nunca usado al no haber un médico especialista (en este hospital sólo hay cuatro médicos generales), incubadoras, ecógrafos y máquinas de anestesia entre otros.

Grupo electrógeno… sólo en exhibición
“En el Hospital de Lamas –dice el Doctor Allen Reátegui Fonseca, Presidente del Cuerpo Médico- hay ocasiones en que cuando hemos estado en media operación nos hemos quedado sin luz… y entonces, para poder, por ejemplo, suturar una herida o incluso hasta atender un parto tenemos que encender la luz de nuestros celulares”.
Sin embargo lo auténticamente insólito viene a continuación, ya que desde hace cuatro años, el Hospital de Lamas cuenta con un grupo electrógeno que podría dotar de energía al hospital de manera permanente, sin embargo el mismo yace guardado en una caseta, que parece haber sido construida especialmente para el efecto. No funciona porque carece de mil metros de cableado eléctrico, cuyo costo asciende a 10 mil soles y que el Gobierno Regional de San Martín se ofreció a donar, sin que a la fecha se haya concretado tal donación. De otro lado, se hace evidente la escasez de ropa de cama y colchones adecuados para un clima que en ocasiones bordea los 36 grados de temperatura.

Muy bien pintados pero
A una hora de Lamas se encuentra el Centro de Salud de Pamashto. Por fuera el ambiente es invariablemente de los mejores, pero por dentro es distinto. El técnico en laboratorio clínico José Díaz González nos muestra los quipos con los que cuenta: “Una enfermedad frecuente aquí es la malaria, sin embargo no contamos con los implementos que nos permitan elaborar un diagnóstico”.
A su vez, la enfermera Neirid Ruiz Reátegui nos refiere que el sistema de refrigerado no funciona, lo que hace imposible poder conservar los sueros antiofídicos, de uso tan frecuente en la zona ante las mordeduras constantes de serpientes que sufren los pobladores; de tal suerte de que si en esos momentos alguien tenía el infortunio de ser picado por uno de estos animales, su muerte podía darse por segura. Como si fuera poco, el esterilizador de instrumental quirúrgico tampoco se encuentra en óptimas condiciones, según nos explica la enfermera al no estar correctamente esterilizado el instrumental, el paciente podría sufrir una infección.

“El suero se convierte en hielo”
Desde hace más de dos años los pacientes de la localidad de la Banda del Shilcayo (a unos minutos de Tarapoto) suelen hacer su cola para ser “atendidos” (es un decir, naturalmente) por el SIS a la intemperie, dada la situación de hacinamiento en la que se encuentran sus ambientes. Pero desde que el Hospital de la localidad fue reducido a la condición de centro de salud, sus ambientes quedaron reducidos a un diez por ciento (el otro 90 por ciento constituye actualmente parte de los ambientes de ESSALUD).
“Lo que nos parece una terrible inequidad –manifiesta el Dr. Luis Roberto Cárdenas Sánchez- ya que aquí atendemos a la mayor parte de la población, vale decir a un 85 por ciento de la demanda de servicios de salud de la Banda del Shilcayo, esto es unas 36 mil personas”.
El técnico en laboratorio, Edwin Pérez nos manifiesta que al no contar con un servicio de refrigeración apropiado deben hacer uso de una refrigeradora doméstica… donde los sueros y ampolletas terminan por convertirse en hielo, quedando inservibles, ante lo inapropiado de la cadena de frío. Lo insólito es que el Centro de Salud de la Banda de Shilcayo se ha constituido en micro red, teniendo siete centros de salud dentro de su jurisdicción (…).
En Tarapoto no hay camas… ¡Sí hay!
Hay ocasiones en que los médicos suelen prescribir cama hospitalaria a los pacientes que juzgan conveniente, no obstante ello no es posible porque no hay camas disponibles. Decidimos entonces hacer una inspección por nuestra cuenta. En un ambiente podemos notar una larga hilera de camas, como se puede observar en la foto, que bien podrían ser acondicionadas en el nosocomio o en otros establecimientos de la periferia, como nos señala el Dr. Sergio Moreno, presidente del Cuerpo Médico del Centro de Salud del Poblado Menor 9 de abril, quien señala que aquellas camas que yacen desperdiciándose en el Hospital Regional, bien podrían ser de mucha utilidad en su institución. “Se nos ha restringido inexplicablemente el servicio de atención –señala el Dr. Moreno- Nosotros hemos demostrado competencia al atender, por ejemplo, buena parte de los partos en Tarapoto, ahora sin embargo no podemos hacerlo”.
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